Los juegos delineados por Ricardo Ulloa Garay

Recurso creativo. En los dibujos de Ricardo Ulloa Garay, la línea puede ser muy comedida y cortés o, en cambio, irreverente con el espacio vacío al poblarlo de múltiples formas

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Alejandra Triana Cambronero y Edgar Ulloa Molina

U na línea entra a un billar y se convierte en un hombre, primero, luego en una mesa, y finalmente en una bola de marfil. Al otro extremo de la mesa humana, otras dos líneas se pasean por el mismo papel. También “son” humanas, pero a la vez son un cigarro encendido y el taco con el que el que uno de los personajes se dispondrá a mejorar el juego cuando le llegue su turno.

La escena es coronada por una lámpara que, claro está, es una única línea zigzagueante. Todos están atentos al desarrollo de la próxima jugada.

La obra se llama Billar (2014). Es un dibujo a tinta sobre papel. El autor: Ricardo Ulloa Garay (San José, 1938), dibujante, ilustrador, poeta, traductor literario y psicólogo.

La línea y el espacio

El dibujo recién descrito es un ejemplo de cómo, cuando una línea de tinta negra rompe la monotonía del blanco del papel a manos de Ulloa Garay, lo suele hacer de un solo trazo, ya sea mediante la suavidad de la curva o a través de la tensión de la recta y de las angulosidades.

Ese recurso mínimo que es la línea delgada, uniforme y constante, puede ser muy comedida y cortés –por ejemplo, en los dibujos en los que el autor delinea una sola silueta–, o bien irreverente con el espacio vacío del soporte, al poblarlo de múltiples formas, planos, ambivalencias y ambigüedades.

Como lo expresó con lucidez Francisco Amighetti cuando editó y prologó el primer libro de dibujos de Ulloa, Línea en vacaciones , en 1983: “El dibujante limpia todas las sombras, niega deliberadamente el claroscuro, y desenvuelve en el claro día de la página una escritura absolutamente lineal. Esta se encarga de fijar las imágenes con el espacio y la forma”.

¿Quién dirige a quién?

El primer punto, origen de esa línea irruptora, contiene el germen de una o varias figuras, escenarios o situaciones que, en ocasiones, el propio artífice no conoce de antemano, pues confía en la nigromancia del automatismo: a veces la mano no guía la línea, sino que la línea guía la mano.

El artista, interesado en la psicología de la percepción visual, sabe que –más allá de la conciencia– las experiencias, la memoria, el ingenio y la creatividad hacen lo suyo para encauzar cada grafismo.

En su caso, ese cauce contiene, por lo general, una intención lúdica, que hace que sus creaciones linden con el mundo del humor gráfico, como ocurre, por ejemplo, en la obra del rumano-estadounidense Saul Steinberg (1913-1999), uno de sus principales referentes, junto con el alemán Max Ernst (1891-1976).

Esta dimensión del juego no solo se encuentra en su producción gráfica, sino que también tiene un rol preponderante en sus creaciones literarias, así como en aquellas en las que se integran imagen y palabra, tales como su libro Vida y costumbres del astrónomo (2008) o los dibujos de su serie 4 en 1 , provistos con cuatro posibles lecturas. Estos últimos no fueron planeados para ser colgados en una pared, sino que deben ser rodeados (o girados) para que cada uno de los personajes y relatos se pueda ir descubriendo.

En las obras en las que el color está presente y en las esculturas de piezas de madera reutilizadas, provenientes de rompecabezas, se respeta el carácter eminentemente lineal, lúdico y engañosamente simple de los dibujos resaltados líneas arriba.

Las esculturas de Ulloa son como figuras que se han separado del soporte del papel para adquirir una existencia autónoma en el espacio tridimensional.

El espectador

El historiador del arte vienés Ernst Gombrich bien podría haber utilizado uno de los dibujos de Ricardo Ulloa Garay para ilustrar su idea de que estamos adecuados, en cuanto espectadores, con un “sentido del orden” innato y espontáneo (en oposición a la idea de un ojo inocente o una tabula rasa) que regula nuestra percepción, buscando, obstinadamente, constantes y patrones, mediante una expectativa de regularidad de carácter hipotético e inconsciente.

Gracias a esta característica de la percepción visual y gracias, también, a la experiencia, en la obra Cariño (2010) podemos ver un hombre que acaricia un perro, aun cuando algunas de las formas están apenas sugeridas. Seguimos viendo la misma escena incluso si, al mirar con mayor detalle, no somos capaces de distinguir con claridad donde empieza la figura canina y acaba la masculina.

Ulloa sabe que cuando observamos, cuando miramos, cuando vemos, esperamos que las cosas se presenten y se comporten de determinada manera y aprovecha esa manera en que observamos para mantener en vilo nuestro aparato perceptual y nuestra mente.

Ciudad y cotidianidad

Junto con una rica diversidad de personajes que nunca o casi nunca se repiten, es usual que los temas que el dibujante presenta –o sugiere– se refieran a la vida cotidiana, casi siempre urbana, tanto de ámbitos públicos como de espacios privados. En ocasiones el asunto es llano y directo, pero muchas veces, al igual que con las cuestiones ópticas, los dibujos estimulan la imaginación de tal forma que no es extraño que una obra como Suicidas domésticos (2013) lleve al espectador a pensar en el antes y el porqué de la escena.

La faceta del narrador, quizás más que la del poeta, se entremezcla así con el artista gráfico para proponer historias que el observador termina completando.

El espectador que se enfrente con las obras, con paciencia y acuciosidad, verá revelados, poco a poco, sus secretos, los cuales se esconden detrás de una apariencia engañosamente simple.

Para cerrar esta invitación a conocer los dibujos de Ulloa, ponemos en boca de una línea el siguiente extracto de su libro Mundus est Fabula (2015):

“Espacio: se extiende desde mí y me ignora, me impone sus distancias y me invade. Si lo acabo a mi avance, crece a mi espalda.

“Lo armo de relaciones, ángulos, distancias; lo lleno de adjetivos, brillos y colores; lo pueblo de sustantivos y verbos; le incluyo perros y nubes; le agrego símil y metáfora. Y, finalmente, le sumo lo que soy: una hipótesis, cuyos pies pisan e suelo frágil de lo incierto”.

Muestra abierta

La exposición Los espacios de la línea de Ricardo Ulloa Garay estará abierta hasta el 26 de mayo en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (UCR), en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio en San Pedro de Montes de Oca. Posteriormente, del 5 al 30 de junio, se exhibirá una selección en el edificio de la Rectoría de la UCR.