Leonardo Perucci tiene cáncer linfático, pero su espíritu optimista y sus ansias por salir adelante lo mantienen firme como un roble, aunque grande sea la adversidad contra la que lucha.
Ha pasado un mes desde que le dieron el diagnóstico, semanas en las que, además de cambiar de alimentación, ir y venir de citas en el Hospital Calderón Guardia, también se ha nutrido del amor de una familia unida, así como la solidaridad de gente que, aunque solo lo ha visto en la pantalla del televisor o el teatro, ha dedicado una oración para pedir por su recuperación.
“A pesar de que uno sospecha que cuenta con el cariño de la gente, nunca lo tiene muy claro. Para mí, todo ha sido una revelación muy grande, me ha llamado gente de canal 6, de canal 7 y del gremio actoral. Uno no anda buscando el reconocimiento de las personas, pero, si ahí está, bienvenido sea. Yo digo que mi mejor quimio es el cariño de la gente”, aseguró con los ojos llenos de emoción, el experimentado actor, director teatral, productor de televisión y, ahora, paciente.
Su esposa, la actriz y escritora Arabella Salaberry lo confirmó: “Salir con Leonardo a la calle es como ir con el Divino Niño o con el Cristo Negro de Esquipulas: no hay persona que no se detenga a darle una voz de ánimo, a decirle ‘yo pasé por esto’, ‘siga adelante’. Son muestras de cariño que nos tienen muy conmovidos. Es una avalancha de amor en medio del sunami que representó esta noticia”.
Tanto su compañera de vida como él aseguran que aunque el diagnóstico fue un golpe bajo para la familia, la actitud con la que llevan la situación puede más.
“Uno quisiera tener una salida mejor al final de la vida, pero, si viene esto, hay que enfrentarlo. Siempre he tenido una actitud positiva, hasta cuando dirijo teatro; siempre les digo a los actores: ‘Muy bien, pero...’ y ahí les agrego algo más para que mejoren”, explicó.
Añadió: “Ser positivo es una forma de ser que uno asume en la juventud y que se fortalece con los años; de manera que, cuando vienen este tipo de problemas, uno puede tener la fuerza necesaria para enfrentarlos, y con coraje, porque este no es un asunto de pendejera. Ahora, me puede ir bien o me puede ir mal; eso está por verse más adelante”.
Perucci, quien nació en Chile y vino a Costa Rica en plan de visita, en 1979, y se quedó hasta el día de hoy, prendado por el amor, aseguró que no se dejará vencer y que le pondrá a esta situación la misma fuerza que les ha entregado a otros momentos fuertes de su vida.
“Siempre he pensado que uno se enfrenta a dificultades desde que nace y yo he sido un sobreviviente. A los cuatro años, murió mi mamá; eso me llevó a criarme con tías y primos. Tuve un exilio, que es algo bastante feo y desagradable, pero lo superé. Después llegué aquí, comencé a trabajar de cero y me fue bien. Lo que hay que tener es una actitud de lucha; eso es lo fundamental. Así que sí: tengo cáncer, pero lo vamos a reventar”, dijo confiado.
Solo una pausa. Este actor de 74 años, ganador de cinco premios nacionales de teatro y que ha participado en más de un centenar de obras en nuestro país, manifestó que este alto en el camino que ha tenido que hacer en sus actividades es solo momentáneo.
“Me hacen falta las carreras. Al estar trabajando en Giros , me tenía que levantar a las 5:20 a. m. para estar en el canal lo más tardar a las 7 a. m., pero uno tiene que separar las cosas y mi concentración en este momento es Leonardo Perucci y su estado de salud. Toda mi energía está en curarme; de pronto, si me siento bien, podría hacer una u otra función en el teatro, pero eso es algo que todavía no tengo claro”, dijo el actor, a quien en los últimos años se le vio en obras como El vestidor y Las heridas del viento .
El artista, que participó en telenovelas chilenas como Hippie , Brujas y Descarado , comentó que, si tiene que elegir entre la televisión o las tablas, su corazón se inclinará por la pantalla chica.
“La televisión me encanta. Siempre me gustó más que el teatro, pero un poquito más; no se crea que mucho. Eso no quiere decir que cuando estoy en un escenario la entrega no sea absoluta y total, pero la televisión tiene algo que el teatro no tiene: la visibilidad”, enfatizó.
Aunque cuenta con una extensa carrera frente y detrás de cámaras, Perucci, quien fuera uno de los rostros claves del desaparecido programa de televisión Fantástico, aseguró que no se considera parte de la historia de la TV costarricense. “Eso no me corresponde decirlo a mí. Si en algo he contribuido, bienvenido sea, porque uno no puede pasar por la vida sin dejar nada”, explicó.
Aunque no logra cuantificar su aporte a la televisión nacional, Perucci sí sabe valorar todo lo que nuestro país le ha dado.
“Costa Rica es mi país, así de simple. Siempre dije que me iban a faltar años para agradecerles a los costarricenses, porque me lo dieron todo: familia, amigos, trabajo, estabilidad económica. Mis realizaciones más grandes las he tenido aquí. El hecho de que hace cinco años volviera a Chile a hacer unas novelas fue simplemente una sacada de clavo. Allá, me topaba con colegas y me decían: ‘¿te vienes a quedar?’, pero eso para mí no está en el papel ni en el pensamiento. Este es mi país y aquí me quedo”, concluyó Perucci.