Madrid. EFE La presencia de los artistas latinoamericanos, tanto en las galerías del programa general como en las que forman el programa Solo Projects: Focus Latinoamérica , se ha convertido en uno de los principales atractivos de la feria internacional de arte contemporáneo, ARCO.
Desde el primer día de apertura, la plaza en la que están situadas las salas que exhiben los 23 proyectos latinoamericanos, es una de las más concurridas.
Entre la oferta, está Minimal secret , de la artista Voluspa Jarpa, sobre la memoria histórica en Chile. Jarpa trabaja a partir de una investigación sobre los archivos que la CIA desclasificó sobre Chile.
También destaca el proyecto de Rochelle Costi, de Sao Paulo. Se trata de una instalación cinética creada con vasos y platos encontrados en una fábrica abandonada y trata sobre los objetos olvidados y recuperados “en un espacio difuso de la memoria”.
Procedente también de Sao Paulo, está la obra Armas y delicadezas de la artista brasileña Ester Grinspum. Esta consiste en bloques monocromáticos en negro y colgados en la pared y “trata poéticamente los espacios vacíos”, explica.
Un ladrillo de hormigón sujeto en el aire por tiras de papel japonés, es la apuesta de Adriano Amaral.
También están Los sellos que nunca viajaron y las aves que nunca volaron , proyecto del cubano Diango Hernández.
El artista aborda los problemas de comunicación a la hora de emitir un mensaje sin censuras y lo hace a través de listones de madera con los que construyó un cuarto que recuerda las oficinas de correos “con ventanillas de metacrilato que sirven a la vez como medio de comunicación y de cortapisa”, dijo.