La experiencia de muchos años sobre las tablas, le permite a Jaime Castro, actor y director en el Teatro Moliere, afirmar que muchos espectadores van a ver una obra de teatro atraídos por la belleza física de alguno de los personajes.
Aunque es un elemento válido dentro del montaje, Castro tiene claro de que este atractivo no sirve de nada si el histrión no tiene también talento para actuar.
“Funciona tener un personaje sexi en una obra. Cuando tuvimos Chingos o nada , las mujeres querían venir, pero los novios o esposos no. En cambio, en Papichulo , los hombres vienen por igual”, explicó Castro.
Además, el director dijo que no es algo que solo ocurre en el teatro. En La Pensión tienen a Pablo Rodríguez quien es un actor con atractivo, al igual que tuvieron a Rebeca Alemán .
Para la actriz Marcela Ugalde, tanto un personaje sexi como el nombre de la comedia son importantes para atraer al público. Ella considera que lo bueno del teatro en Costa Rica es que hay obras para todos los gustos.
Lucho Barahona , director del Teatro del Ángel, considera que es más importante el título de la obra que incluir a un personaje femenino muy provocativo.
“El público tico es muy especial, lo atraen obras con títulos atractivos. De pronto, la gente no sabe quién es la actriz, porque lo que sale en el anuncio es solo el nombre de la obra”, añadió Barahona.
Bernal García, otro de los veteranos en la dirección teatral costarricense, asegura que un personaje sexi atraerá al público, siempre y cuando se justifique su presencia en la historia.
Incluso, García está seguro de que no siempre se requiere a la actriz más bella, porque hay mujeres que no son tan atractivas, pero que saben darle esa picardía que necesita el personaje.
“Nunca escribo una obra pensando en que determinado personaje me va a llenar el teatro. Una vez seleccioné a una actriz que daba el personaje (por atractiva), pero no daba la talla”, añadió.
Un punto de vista distinto es el de Manuel Ruiz , actor y director que se mueve entre el teatro adscrito al Ministerio de Cultura y el llamado comercial. Él cree que no toda comedia o vodevil debe tener una coprotagonista sensual.
“A las actrices las pueden encasillar en determinado tipo de roles, por caer en este tipo de obras más fáciles, medio eróticas. Eso jala como gancho para atraer al teatro. Lo bueno es que hay teatro para todos los gustos”, resaltó Ruiz.