La Compañía Nacional de Danza bailará al aire libre y al compás de San José

A partir de este viernes, para aprovechar el buen clima, la Compañía Nacional de Danza ofrecerá presentaciones callejeras de cinco de coreografías de su repertorio. Chepe Danza es una temporada para romper las paredes del teatro.

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La ciudad siempre está en movimiento. Los buses aceleran, los carros frenan, las personas caminan de forma mecánica, apresuradas por llegar a su destino.

A partir de este viernes 17 de febrero, la Compañía Nacional de Danza (CND) ofrece una excusa para parar y quedarse en un solo sitio.

En Chepe Danza , los bailarines de la agrupación estatal interpretarán funciones callejeras de distintas coreografías de danza contemporánea hasta el domingo 19 de marzo.

Las funciones serán en espacios familiares para todos los transeúntes de San José: sus calles y sus parques.

Chepe Danza está diseñado por la Compañía en coordinación con la Municipalidad de San José. De hecho, algunas de las presentaciones coincidirán con programas regulares de la municipalidad –como los Domingos Sin Humo y el festival de verano Transitarte, que se celebrará en marzo–.

“El objetivo es llevar la danza a todas aquellas personas que no acostumbran visitar los teatros, que no conozcan de danza contemporánea y artes escénicas o que no tengan el dinero para ir”, explicó el director de la Compañía Nacional de Danza, Adrián Figueroa.

“Esta es la gente que transita por San José, la que encontramos en la Avenida, que está sentada en los parques y que va al barrio chino por ir a la iglesia de La Soledad”, describió.

Sensaciones. Chepe Danza no es una temporada de estrenos para la Compañía Nacional de Danza.

En su lugar, Figueroa eligió piezas dentro de su repertorio de montajes que cumplieran con requisitos de interactividad, cercanía con el público y sencillez en la puesta de escena –es decir, que no necesitaran el apoyo técnico tradicional de un teatro como iluminación diseñada–.

Las sensaciones son diferentes. El público puede estar cerca de los bailarines y tener contacto con ellos. La intervención de quien mira las presentaciones es impredecible.

“Recurrimos a estas obras porque con el tiempo se han madurado y, al interpretarlas, le permite al elenco cierta libertad para jugar en escena y jugar con el público”, precisó el director de la CND.

La primera presentación será la de UNO , un performance creado por Wendy Chinchilla precisamente para interpretarse al aire libre.

La primera función será el viernes 17 de febrero, a las 5 p. m. en el parque Central. También se realizarán funciones el 28 de febrero y el 5 de marzo.

En UNO , los bailarines experimentan con las reacciones del tacto. Después de sentarse inertes en dos líneas de sillas, el movimiento de uno de los bailarines desata movimiento progresivo en el elenco. Un cuerpo toca al otro hasta que la coreografía invita a que el público se involucre con la dinámica.

Chinchilla también es responsable de otra de las piezas más juguetonas de Chepe Danza , el performance Acción performática –creada junto al coreógrafo Alexander Solano—. Esta obra tendrá dos presentaciones, la primera será el viernes 24 de febrero, a las 2 p. m.

Acción performática le entrega al público la responsabilidad de dirigir el movimiento de los intérpretes con dibujos en tiza.

“Es muy bonito porque le permite al público ser creador”, afirmó Figueroa.

En la selección también figura Insomnio , una coreografía creada por Marcela Aguilar en 1991. La obra se ha convertido en una de las más emblemáticas de la CND (incluso como inspiración para otros montajes).

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Esta pieza tendrá una única presentación el 4 de marzo, a las 6 p. m., en el parque Okayama (ubicado en San Francisco de Dos Ríos).

Durante ese mismo día, los bailarines interpretarán Divina resiliencia , un trabajo de Javier Jiménez.

“Es un trabajo que fue planteado para espacios no convencionales”, detalló Jiménez. “Tiene que ver con la resiliencia: la capacidad de levantarse, sacar fuerzas de lugares que no sabemos que existen. El tratamiento es muy claro. No es una obra muy abstracta y es fácil identificarse con la obra y la temática”.

La obra de Jiménez tendrá un total de tres presentaciones durante Chepe Danza.

Por su parte, el director de la CND también aporta una de sus creaciones al programa de la temporada callejera.

Taciturno es una coreografía grupal en la que se explora un estado de introversión e introspección muy lento. Los bailarines se mueven grácilmente entre el público que los mira.

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“La obra permite ver a los intérpretes desde otro punto de vista”, asegura Figueroa. “Tenerlos cerca y sentir su sudor, las respiraciones. Es una obra que, por su conjunto de elementos, puede tocar al público ciertos sentimientos específicos”.

Esta coreografía es la única que bailarán fuera de San José. La presentación será parte del festival SóloDos en Danza.

Responsables. ¿Por qué sacar las coreografías del confort de su escenario usual, el Teatro de la Danza?

“Cuando empezamos esta administración quise implementar propuestas más interactivas y accesibles al público no convencional de los teatros, para salir a las calles. Tratamos de estar participando en festivales al aire libre y lo que se pueda”, afirmó Figueroa, director de la compañía.

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“Queremos sacar el estereotipo de que las artes escénicas no son para todos. Se tiende a pensar que la danza es tan profunda o incomprensible que no se disfruta. Tratamos que la gente tenga otra mirada de la danza”, explicó el artista.

El reto para los coreógrafos e intérpretes es múltiple. Un teatro provee comodidades técnicas que un espacio al aire libre, sin condiciones controladas, no puede ofrecer.

El público que compra una entrada para el espectáculo se sienta de forma voluntaria. Con un público transeúnte –como el josefino–, no tienen esa certeza.

“No es el mismo tipo de público, no es la misma formalidad, no es el mismo acceso”, admitió Jiménez.

El coreógrafo describió que, en experiencias previas con estas piezas y otras del mismo corte, los resultados han sido positivos: sacar la danza del teatro motiva la curiosidad de otras personas.

“Deberíamos quedarnos (viendo) porque tenemos un compromiso con lo que pasa a nuestro alrededor”, sostiene Jiménez sobre la responsabilidad que asume el público. “Hay un interés que tiene que salir a partir de informarte y ‘culturizarte’. Como ciudadano tenés un compromiso de ir a informarte, ver y experimentar”.