La artista Lauren Vargas Chaves reflexiona acerca de la identidad en sus obras

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Esta obra se llama Autorretrato, mide 117 x 150 cm y la realicé en setiembre último. Su técnica es mixta. Comencé empleando la acuarela tradicional sobre un papel fabriano de tamaño doble carta. Sobre él hice varias versiones de la misma imagen hasta dar con el resultado deseado. Luego lo escaneé en una alta resolución para suavizar la imagen de manera digital usando el programa Photoshop. Le di entonces algunos retoques de color y manchas.

Antes había realizado manualmente las manchas sobre papel fabriano, pero la computadora me permitió manipularlas; así creé varias capas de color y formas encima de la imagen original. Esta técnica facilita corregir si fuese necesario.

El acabado de la imagen es una impresión en una lámina acrílica transparente donde solo pueden apreciarse las manchas. El fondo resulta ser la base donde se coloque.

Aplico técnicas comunes dentro de la ilustración digital comercial, pero no son comunes dentro del arte costarricense ya que comencé ejecutando una acuarela clásica. El manipularla digitalmente rompió con las ideas de que la acuarela es incorregible y de que solo se puede hacer sobre el soporte de papel.

Las modificaciones en computadora permiten la experimentación y el cuestionamiento de lo que se considera normal o invariable dentro de los medios legitimadores del arte.

Precisamente, ese cuestionamiento de lo que se considera statuo quo hace que como principal desafío se rompa con el molde establecido para lo que tradicionalmente comprende la técnica de la acuarela; sin embargo, la idea evoluciona poco a poco hasta adaptarse al universo del autor a pesar de que el del autorretrato es un concepto muy personal.

¿Es esta obra parte de un estilo constante en mí? No lo es, pero es el comienzo de un estilo que deseo explorar; se originó en el uso de la acuarela junto con otras técnicas digitales.

A pesar de que incluye técnicas propias de la pintura tradicional, Autorretrato se encamina hacia una especie de experimento entre lo clásico y lo moderno. Está en constante metamorfosis, en evolución personal.

Autorretrato es un preámbulo de una exposición de retratos que está aún en proceso de creación. Deseo exhibirlos en el año 2014. El nombre de la serie será Metamorfosis.

La serie estará construida a partir de la relación del mundo interno y el externo. La mancha y el chorreado desempeñan un papel importante en la composición de la obra ya que permiten crear sensaciones fugaces, momentos y manifestaciones de un yo y de un todo que se transforman a cada instante.

En Autorretrato trato de reflejar profundos estados emocionales, del alma, la cual es indestructible en esencia, pero que está en constante cambio. Esta metamorfosis fortalece la necesidad de adaptarse a la propia identidad.

El retrato permite ilustrar estados emocionales y de conciencia. Los retratos son objeciones contra la sociedad donde se encuentra el individuo, y también son formas de preguntarse por el propio yo.

Una artista que ha ejercido una gran influencia en mí es Jenny Saville. Ella frecuentemente se autorretrata utilizando un estilo figurativo. El expresionismo alemán es otra fuente de inspiración pues fue un movimiento que buscaba la destrucción de las reglas y la búsqueda de la espontaneidad en el acto creativo.