La antigua Botica Solera agradece nuevo maquillaje

Primera etapa de intervenciones para rescatar el inmueble ya está casi concluida

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Emplazado en una esquina de barrio México, el edificio de la Botica Solera ha resistido “estoicamente”, y durante muchos años, los embates del clima, los daños provocados por vándalos y el deterioro debido a la falta de mantenimiento. Sin embargo, un proyecto financiado por la Municipalidad de San José y supervisado por el Centro de Patrimonio dio el empujón inicial para rescatar el histórico edificio.

Luego de una inversión de ¢20 millones, las obras de una primera fase de intervención urgente están casi concluidas. Ese dinero se utilizó para ejecutar obras que había que realizar pues estaba en juego la integridad del edificio.

“Se instaló una loza de concreto en el techo para impermeabilizarlo y así evitar las filtraciones que tanto daño le han causado a su estructura. También se limpiaron y se repararon todas las tuberías de desague para corregir los problemas de humedad”, explicó el ingeniero Marco Vinicio Corrales, gerente de Provisión de Servicios de la Municipalidad de San José.

Además, se colocaron mallas provisionales en las ventanas para imposibilitar la entrada de vándalos e indigentes que usaban el edificio como guarida. Corrales informó de que se trabaja en la aplicación de pintura tanto en interiores como en fachadas y que se limpiaron y pulieron los pisos.

El funcionario declaró que se acaba de aprobar una partida de ¢60 millones más para desarrollar la segunda etapa, que incluye la instalación del sistema eléctrico.

La empresa de Antonio Dolinelli construyó la Botica Solera en la década de 1930. Es un edificio representativo de la corriente arquitectónica art decó . Fue declarado patrimonio histórico arquitectónico en 1999.