José Miguel Rojas pinta metáforas del poder, la fe y futbol

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La coronación de la Virgen es un acrílico sobre tela de 217 x 138 cm que el artista José Miguel Rojas realizó en el año 1991 como parte de la serie Misericordia.

Esta serie comprende un conjunto de pinturas y de ensambles que se caracterizan por la apropiación de imágenes procedentes de la iconografía mariana y de diversos pasajes bíblicos, y su puesta en diálogo con referentes de la historia política y de la actualidad costarricense.

La coronación de la Virgen representa a cabalidad el modo como Rojas articula este universo referencial para abordar asuntos relacionados con la dimensión estructural del poder y sus manifestaciones en la historia y el presente de Costa Rica.

En este sentido, la referencia de “la Sele” no es casual pues se trata del equipo que, un año antes de fechada la obra, había situado a Costa Rica en el mapa del futbol mundial mediante su participación –por primera vez– en Italia en 1990.

Esta dimensión contextual que subyace en la representación de “la Sele”, se enriquece con las referencias de dos obras claves en la historia del arte occidental: La coronación de la Virgen (ca. 1635-1648), de Diego Velázquez, y El entierro del conde de Orgaz (1586-1588), del Greco.

La obra de Velázquez se evoca en la mitad superior de esta obra mediante la composición acorazonada que tiene la disposición del conjunto conformado por la Santísima Trinidad y la Virgen María, –apenas esbozadas en la versión de Rojas–, así como por la paleta cromática basada en azules.

Más significativo es el plano que la obra de Velázquez no representa: el plano terrenal. Es aquí donde percibimos la referencia a El entierro del conde de Orgaz, pintura que ofrece una interpretación cristiana de las dos dimensiones en las que discurre la existencia humana: la vida, situada en el cielo, y la muerte, situada debajo, en la tierra.

Rojas retoma la dimensión terrenal de esta obra y “sustituye” la solemne fila de caballeros que asisten al entierro, por “la Sele”. Allí, como en un momento de epifanía, figuran los insignes jugadores costarricenses bajo el cobijo de una dimensión celestial difusa, resuelta con el estilo gestual y expresivo característico de Rojas.

La obra pone en entredicho el modo como el Estado, la Iglesia o el futbol actualizan simbólicamente su legitimidad, mediante ceremonias de orden público que crean un orden de normalidad moral sobre el que se promueve el sentido de pertenencia de lo nacional.

Esta obra se exhibe en los Museos del Banco Central de Costa Rica como parte de la muestra Juego sucio. Esta muestra permanecerá abierta hasta el 12 de octubre, todos los días de 9:15 a. m. a 5 p. m.

La entrada cuesta ¢1.500 para los nacionales, y ¢5.500 para los extranjeros. Los miércoles, la entrada es gratuita para los nacionales y los residentes con cédula. No pagan los niños menores de 12 años, los estudiantes con uniforme (o carnet ) y los ciudadanos de oro. Para más información llame al teléfono 2243-4221.

La autora es curadora de Artes Visuales de los Museos del Banco Central.