Isidro Ferrer: ‘No deseo casi nada porque eso me llevaría a la frustración’

Experiencia El ilustrador es uno de los invitados del Festival Internacional de Diseño 2014

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El objetivo de vida del ilustrador Isidro Ferrer es mantener viva la capacidad de sorprenderse con cualquier situación.

Justo por eso es que el diseñador español, quien está de visita en el país, aseguró en una entrevista con Viva que no le gusta soñar ni pensar mucho en el futuro, ya que tendrá grandes frustraciones si no llega a cumplir sus anhelos.

Ferrer, de 51 años, tiene una exposición llamada Aquí en el corazón de lo real , la cual consta de 70 carteles de temas varios. Se exhibe en la Casa del Cuño, en el marco del Festival Internacional de Diseño 2014, que finalizará hoy en la Antigua Aduana.

Acá un extracto de la conversación con Ferrer.

Usted se autodenomina como un ilustrador por ‘devoración’...

Sí, la devoración es mi término intermedio entre la adoración y la devoción. Es la manera que tengo para explicar que esa mezcla es la que me hace devorar y comer intensamente el diseño. Es la manera que tengo para explicar también que vivo, de forma intensa, cada uno de los procesos en los que me implico y que entiendo esta profesión desde mi punto de vista. Es mi manera de decir que el diseño es mi forma de vivir.

Su estilo es muy particular: juega con los sentidos y con los objetos cotidianos en sus diseños.

Mi estilo es el producto de mis propias limitaciones, también de mis propios intereses, gustos. Es un estilo que no habla de mí, sino que habla de todos los demás, que habla de todos aquellos a los que admiro y han conformado mi universo referencial. Mi estilo es la consecuencia del amor que tengo hacia muchos otros.

¿Cuál ha sido el trabajo que más disfrutó?

Te voy a decir algo que no es del todo cierto, pero intento que cada trabajo y proceso que llevo a cabo sea único y vital para mi carrera y mi persona. Entonces, la respuesta sería, aunque, insisto, no del todo cierta, que todos los disfruto.

Tiempo atrás aseguró que lo más difícil de un trabajo es cuando alguien más interfiere en él. ¿Lo sigue considerando así?

Sí, aunque debo de admitir que lo más difícil siempre es el comienzo. Es tener ese territorio perfecto en el que puedes anclar las cosas, porque una vez que lo haces, todo fluye o al menos así debería de ser.

”Pero, sin duda alguna, lo más complicado es tener ese espacio vacío, es poner la primera piedra, es no tener esa parte conceptual aún definida. Si interfieren o no, ya se me ha vuelto tan parte del proceso, que uno se acostumbra (risas)”.

---

Usted ha dicho que los diseñadores son considerados como los ‘rellena huecos’.

¡Claro! Totalmente, eso no cambiará, para nuestro mal. Lo que sucede es que nos concede una función muy decorativa y no solo hacemos eso. Nosotros lo que hacemos es reflexionar, pensar, aportar información válida y además información personal. Una ilustración es una opinión personal, somos autores de la opinión, pero aún así el mercado nos sitúa en esa posición decorativa de rellenar un espacio.

”En muchos casos, no se entiende bien cuál es el fundamento de esta profesión, sino que hay una visión muy estereotipada y superficial. Trabajamos con forma y estética; no salimos de la estética, pero detrás hay un compromiso con el lenguaje. Lo ideal es que cada trabajo esté dotado de contenido”.

¿Es difícil conseguir que, además de lograr un trabajo estético, lleve un contenido implícito?

Claro, condensar en una imagen lo que se quiere decir es complicadísimo. Es algo que se logra con tiempo, esfuerzo, dedicación.

Las ilustraciones son utilizadas, por lo general, para hacer crítica social, pero usted también toca otras temáticas.

Sí, me gusta muchísimo lo que es la cultura, las cosas poéticas, las infantiles. Pero, vieras que a mí lo que más me gusta e interesa es que en cada trabajo que vaya a hacer, sin importar la temática, es que sea abierto y que pueda contener distintas interpretaciones.

Usted ha trabajado con El País , Volkswagen y Santillana. ¿Cómo se hace para llegar hasta ahí?

Lo que uno necesita para llegar hasta ahí es que el cliente se equivoque y te llame a ti, o que estés en el momento oportuno. No hay que tener ninguna calidad para trabajar ahí. Es sobre un componente de suerte.

”No todos los que trabajan para grandes empresas son los mejores diseñadores, quizás sí son los más útiles, pero no siempre significa que sean los mejores”.

¿Con cuál cliente le llamaría la atención trabajar?

No deseo casi nada, porque eso me llevaría a la frustración. Prefiero sorprenderme con lo que va llegando, así todo se me vuelve muy emotivo y sorpresivo. Me gusta esa constante sorpresa, el recibir encargos distintos que no tienen nada que ver el uno con el otro.

¿Cómo ve el panorama del diseño gráfico en Costa Rica?

El FID es como una ficción; no sé qué sucederá cuando esto se acabe, no sé cómo es el día a día en Costa Rica, pero si todo queda más o menos con la dimensión del FID sería monumental. El FID tiene un nivel altísimo, y en esta actividad vi que el diseño se mueve mucho en el terreno de la implicación personal, de la emoción y necesidad de sacar adelante productos que tienen que ver con uno mismo.