“Soy gorda, y ¿qué?”. Esa es la actitud que sugieren las 18 “chicas grandes” en los grabados de la artista costarricense Marcia Salas.
La exposición Auto-trazos reúne 18 monotipias –grabados únicos– y se exhibe en el Centro Español de Arte Gráfico, en el municipio de Alcorcón, en Madrid, España.
Todas esas mujeres desfilan, sin ningún complejo, con todo su equipaje adiposo acumulado en el estómago, caderas, busto y nalgas porque quieren demostrarle al mundo que la belleza está por dentro.
Cada una de ellas es un autorretrato de Salas, a quien no le desvela el hecho de que sus medidas corporales sobrepasen –y por mucho– el idealizado 90-60-90.
“Estas obras representan diferentes etapas en un proceso de reflexión durante el cual aprendí a conocerme y a retratarme. Para alguna gente, el sobrepeso es una realidad incómoda; para mí, la cura ha sido mirarme al espejo y ver por mí misma que la belleza se asienta en el espíritu de quien vive en paz consigo mismo”, explicó la artista.
Las chicas de los grabados se sienten bellas, lucen melenas cuidadas y accesorios delicados que resaltan su feminidad: todo eso en lienzos de dos metros de alto por 1,10 metros de ancho.
“Las bellas damas de Marcia no representan damas de la nobleza, cortesanas o heroínas de la mitología. Sus figuras celebran la belleza más allá de las formas y medidas establecidas por la sociedad”, opinó la curadora de la exposición, María Enriqueta Guardia.
Salas estudió pintura y grabado en la Universidad de Costa Rica, y ha participado en cerca de 20 exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera del país.