Galería Nacional expone a fotógrafos marcados por la guerra y el desarraigo en 'UpFront'

Proyecto exhibe trabajo de 22 reporteros hispanos que han encontrado, con sus cámaras, el dolor humano.

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"Normalmente, la exposición de fotografía es la más fácil de representar. Uno toma una sala y la llena de fotografías", reflexiona el reportero español Ramiro Villapadierna, quien se encuentra en el país para inaugurar la exposición UpFront, un término que, en español, se puede traducir como "al frente", "en la delantera".

En UpFront, la delantera la retoma el público frente a las 74 imágenes que estarán hospedadas en la Galería Nacional (ubicada en el Museo de los Niños), desde este martes 8 de agosto. La inauguración gratuita será a las 7 p. m. La exhibición estará abierta al público hasta el 24 de setiembre.

"No van a encontrar la típica exposición", promete Villapadierna sobre la selección que realizó. "Construí una especie de lugar en la que uno vive una experiencia cercana a la del fotógrafo cuando entra en esos territorios de peligro, esas tierras de nadie en las que no sabe cómo va a salir o qué va a pasar".

Antes de la inauguración, la Universidad Véritas ofrecerá una conversación temática sobre el trabajo de los fotorreporteros. La actividad será el 8 de agosto, a las 2 p. m. en la Galería Roberto Sasso Sasso (ubicada en Zapote). Puede leer más información en el evento de Facebook.

Generación globalizada

UpFront nació en Praga, donde Villapadierna dirige la sede del Instituto Cervantes. La exposición cuenta con 22 fotógrafos y fotógrafas de países hispanos (España, Argentina, Perú y Colombia); un último expositor trabaja sus imágenes en video. Además de trabajar con imágenes, Villapadierna estima que todos ellos trabajan "para la prensa mundial: reportean desde sus países natales o se desplazan a Siria, Afganistán, Nicaragua o Guatemala.

"Me di cuenta que teníamos la generación más global e internacional de fotorreporteros hispanos", asegura el curador de la exposición producida por el Centro Cultural de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

"Es la generación más precaria que ha habido nunca. Trabajan con su cámara de fotos, duermen en el sofá de un amigo. Cuando los detienen o los arrestan, les roban su propio material", describe. "Los fotógrafos van donde hay cicatrices o heridas del mundo, muchas veces a la guerra o muchas veces a la vuelta de su casa (...) El dolor siempre es igual. Es la única cosa que no ha cambiado en la historia de la humanidad. Cuando una persona sufre de verdad es equivalente al dolor de cualquier otra persona del mundo".

Antes de llegar a Costa Rica, el proyecto UpFront fue exhibido en ciudades europeas (Praga, Madrid, Roma y París). Después de que termine su estancia en la Galería Nacional, las imágenes llegarán al Festival Internacional de Fotografía FotoMéxico (a realizarse en octubre).

"Qué mejor manera de representarlos que reunirlos en una antología y presentarlos al mundo", dice Villapadierna.

El curador de UpFront describe a los autores como "jóvenes reporteros". Según dice, sus portafolios nacieron después del 2001, el año del atentado terrorista contra las Torres Gemelas en Nueva York y el momento en el que "el orden mundial se convirtió en un desorden mundial".

Villapadierna describe que la creación de estos fotorreporteros ha sido afectada por la "saturación de la imagen" y una devaluación de su trabajo.

Previo a trabajar en el Instituto Cervantes, el curador español trabajó como reportero y corresponsal en medios internacionales, incluyendo el servicio radiofónico alemán Deutsche Welle y el diario español ABC. En esa época, describe que los fotógrafos de guerra tenían oportunidad de planear grandes despliegues técnicos en sus producciones para revistas como Time.

"Una fotografía ha pasado de pagarse en $500 a $20", lamenta el curador. "Hay una gran confusión global sobre qué significa la fotografía. Tenemos compañeros de prensa que se juegan la vida por traernos grandes imágenes. Los fotógrafos han pasado a ser fotorreporteros: personas que piensan un proyecto visual en su cabeza. nos prestan sus ojos y miradas para que veamos las historias que ellos ven. Construyen historias ricas, son fotografías con textura, técnica y ángulos que dicen mucho".

Para Villapadierna es importante que los espectadores sientan las sensaciones que viven los fotógrafos mientras disparan sus cámaras: miedo, silencio, la incertidumbre de la muerte o la ajena. La mirada del público tiene la responsabilidad de crear sus propias interpretaciones.

"Quise representar un lugar oscuro donde uno se pierde. Uno no sabe cómo salir al final y cada vez que se gira uno encuenta una historia", explica. "Los principales manipuladores somos nosotros mirando la fotografía y construyendo la historia que más nos satisface según nuestros prejuicios o ideología".

Las fotografías están acompañadas por una banda sonora original, con sonidos mezclados de los distintos ambientes en los que se desempeñan sus creadores y música festiva que, dice Villapadierna, representa la herencia hispana de sus nacionalidades.