En los lienzos del chileno Julio Sepúlveda Bravo, el simbolismo explota con todos los colores. Un jaguar devora un sol brillante, el continente rodeado por figuras precolombinas de barro y oro, peces con figuras geométricas que se cruzan bajo el agua.
"Las dos fuentes (de mi obra) son el arte precolombino y todo el conocimiento del arte contemporáneo", aseguró el artista sobre la obra que exhibe la Galería Nacional.
Su exposición Sepúlveda Bravo. Pinturas estará abierta hasta el 26 de noviembre en el espacio del Museo de los Niños (en San José). El horario de visita es de martes a viernes entre 8:30 a. m. y 4:30 p. m. Los sábados y domingos de 9:30 a. m. a 5 p. m. La entrada es gratuita.
Sepúlveda Bravo trabaja un estilo similar desde hace tres décadas: explora figuras del arte precolombino de Mesoamérica y las mezcla con elementos de la naturaleza. En su obra hay jaguares "realistas" que abren sus grandes fauces junto a representaciones aborígenes del felino.
Hace dos años se traslado a Costa Rica como agregado cultural de la Embajada de Chile y, desde entonces, se ha abocado a investigar el patrimonio de las culturas precolombinas del país.
"Las identidades tardan siglos en forjarse", explicó el pintor. "Esto tiene que ver con la identidad: con lo propio. A su vez, cómo se asumen en el mundo prehispánico ciertas formas de relación con la naturaleza".
En su trabajo con la pintura acrílica, Sepúlveda Bravo dice que no "restringe"el uso del color.
"Las expresiones populares de Latinoamérica están llenas de color. Somos una cultura muy colorida y eso tiene que florecer, tiene que notarse", afirmó.