El último día de la XVI Feria Internacional del Libro transcurre tranquilo en la Antigua Aduana. Según confirma el Ministerio de Cultura, el tráfico de visitantes se ha mantenido tan alto como lo estuvo el fin de semana pasado, aunque el mal clima ha dispersado las horas de asistencia.
A las 3:13 p. m., la entrada principal de la Antigua Aduana contabilizaba un total de 50.745 asistentes desde que se inauguró la actividad el viernes 18 de setiembre.
A dicha hora, el Ministerio había contado 6.020 asistentes durante estte domingo. Estiman que la suma total superará los 54.000 cuando cierren las puertas de la Aduana esta noche a las 6 p. m.
Hasta que eso suceda, las editoriales y librerías mantienen sus puestos abiertos al público. No obstante, los puestos de los países centroamericanos invitados fueron desocupados ayer.
Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala ocupaban el centro de la nave de la Antigua Aduana. El puesto de El Salvador es el único que aún ofrece una limitada oferta de libros a los compradores.
Según explicó el presidente de la Cámara del Libro de Costa Rica, Luis Bernal Montes de Oca, la ausencia de este domingo se debe a que vendieron todos los ejemplares con los que las editoriales habían llegado al país.
La asistencia de este fin de semana ha sido afectada por los aguaceros josefinos, según opinaron gerentes de ventas y editores de distintos puestos. Como precaución, los asistentes han preferido llegar en horas de la mañana o, inclusive, en horario nocturno, después de que haya escampado.
En su último día, la Feria del Libro cerrará sus actividades a las 6 p. m. tanto en la Antigua Aduana como su edificio contiguo, Casa del Cuño.
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