Extrañas criaturas inquietan en barrio Amón

La artista Paulina Velázquez exhibe objetos artísticos, video y fotografía

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

¿Ratas?, ¿conejos?, ¿bodoques gigantes?, ¿nubes con ojos?, ¿pantuflas de peluche?, ¿copos de nieve?

Las insólitas criaturas que “invaden” la sede de la Alianza Francesa , en barrio Amón, son de una especie que tiene la capacidad de atraer y repeler al mismo tiempo.

Estos seres adorables y repugnantes son parte de la exposición Hollow humans (Humanos vacíos) de la artista Paulina Velázquez .

La muestra es una gran instalación que reúne objetos artísticos, video y fotografía para propiciar la reflexión en los espectadores sobre temas como el consumismo, la inmigración, la comunicación, el desarrollo tecnológico y la destrucción de la naturaleza.

El conjunto “Somos legión” es una familia de 50 figuras en fieltro blanco, confeccionadas a mano, de diferentes tamaños, y algunas de ellas se movilizan a control remoto. Al ser uniformes y numerosas, estas criaturas remiten a la idea de una producción en serie y masiva. “Cada persona puede interpretarlos como quiera, pues no representan un animal en particular. Estos personajes simbolizan el límite entre los comportamientos naturales y los que son aprendidos socialmente. Me interesa generar tensión entre la atracción y la repulsión”, explicó Velázquez.

El conjunto se complementa con un video en el que las criaturas aparecen en diferentes espacios naturales y artificiales, así como una fotografía digital.

El otro elemento de la muestra es la videoescultura “Tubo humano”, armazón de acrílico forrado con tela que asemeja un gusano monumental. Tiene un orificio de entrada y otro de salida –algo así como una boca y un recto– en los que hay colocados dos monitores. En esos dispositivos se proyectan imágenes en apariencia incoherentes.

“Los seres humanos estamos programados para consumir no solo alimentos, sino energía, información, dinero, ideologías, emociones y muchas otras cosas que luego desechamos hasta convertirnos en seres vacíos”, dijo la artista, egresada del Instituto de Artes de San Francisco, California.

La muestra estará abierta hasta el 24 de marzo, de lunes a viernes, de 8 a. m a 8 p. m., y, los sábados, de 9 a. m. a 6 p. m.

Ver más
Ver más