Exposición descubre el encanto del caos urbano

Muestra incluye 15 pinturas de Enrique Torres y 13 esculturas de Ángel Lara

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Muros que sirven de lienzos para grafitis, aceras con huellas de chicles, caños desbordados de basura, y paredes que parecen sucumbir ante el peso de la mugre y la pintura descascarada son parte del paisaje cotidiano que nos regala la ciudad.

Pero para el pintor Enrique Torres y el escultor Ángel Lara, el aspecto marginal de una ciudad resulta interesante y hasta artístico.

La exposición Persistencia de lo urbano –que se exhibe en la Galería 11-12– reúne 15 pinturas de Torres, 13 esculturas de Lara y explora los rincones menos atractivos de las ciudades para convertirlos en obras de arte.

“Todo eso que podríamos llamar ‘sucio’ y ‘marginal’ es lo que estos artistas transforman en un nuevo lenguaje”, opinó la curadora de arte Emilia Fung.

Enrique Torres se dejó seducir por la gráfica que inunda muchos espacios públicos.

“Las paredes están llenas de grafitis, pero también los asientos de los buses, las bancas de los parques y hasta los monumentos están rayados con firmas de gente que quiere dejar su huella. Es una necesidad de tener un rostro en un espacio en donde todos son anónimos”, declaró Torres.

Esa condición de anonimato se refleja en la presencia constante de siluetas en sus pinturas. “El sistema nos educa para, supuestamente, convertirnos en individuos y tener nuestra propia identidad. Pero terminados siendo parte de una masa de autómatas”, dijo el pintor.

Por su parte, Ángel Lara aprovecha materiales de desecho rescatados de construcciones o chatarreras para confeccionar conjuntos escultóricos que reproducen troncos con orquídeas.

El artista ensambla piezas metálicas que alguna vez estuvieron en la ciudad para diseñar sus obras inspiradas en la naturaleza.

Fragmentos de perling, platinas, tornillos, trozos de tanques para almacenar agua, restos de puentes y portones son de los materiales que el escultor transforma en un bosque en medio de la ciudad.

Cada pieza recibe un tratamiento técnico distinto para lograr diferentes efectos visuales y texturas.

Estos troncos oxidados y corroídos sumergen al espectador en paisaje que delata el paso del tiempo.

“Las ciudades modernas han invadido el bosque”, declaró Lara.

La muestra se exhibe hasta el 15 de enero. La Galería 11-12 está ubicada en Plaza Itskatzú, local 103 , carretera a Santa Ana.