Cansada, triste, frustrada y, sobre todo, sin esperanzas: así se muestra doña Eva, protagonista de la obra Eva sol y sombra (1989), del actor y director costarricense Melvin Méndez, que se estrenará mañana en Gráfica Génesis.
La producción muestra a una mujer de clase media, esposa abnegada y madre preocupada, quien siente gran descontento con la vida que lleva y con el trato que le da su esposo Adrián.
El montaje es una producción de El Papel Proyectos Teatrales; las actuaciones son de Ana Ulate, como Eva; Juan Porras como Adrián; Nereo Salazar es Enrique; Madelaine Garita encarna a Sarita, y Mariano Madriz da vida a Tulio. La dirección es del propio Melvin Méndez.
Como testigo silencioso, el espectador presenciará como Eva ve que sus sueños de juventud desaparecieron y como la afecta el maltrato de su esposo; sin embargo, ella anhela algo mejor en su vida.
Por eso, encuentra una riesgosa oportunidad, una ocasión para demostrarle al apasionado futbolista que es su esposo, que ella puede hacer mucho por sí misma.
En ese camino, Eva enfrentará el machismo de Adrián y los prejuicios que tiene contra las mujeres; sin embargo, encontrará apoyo incondicional de su hijo.
Al final, sus planes fracasan; no obstante, encuentra la oportunidad tan esperada para hablar de frente con su marido y expresarle todo cuando le molesta.
No olvidar. A pesar de que texto se inspiró en la realidad de las mujeres de finales de la década de los años 80, el autor consideró que aún resulta valiosa poner Eva sol y sombra en escena, ya que su mensaje social es válido.
“Eva puede decirle al público y, en especial, a las mujeres ‘ni un paso atrás’; es un espejo interesante (la obra) para no volver a cometer esos errores, sino que se cuestionen su realidad”, aseguró Méndez.
Además de la temporada que tendrá la obra este fin de semana, en Gráfica Génesis, la producción realizará una gira por varios colegios del país.
El propósito de las presentaciones en los centros educativos de secundaria será reforzar el texto dramático, que es un libro de lectura en secundaria.
Debido a que muchos de los espectadores serán colegiales que leerán la obra, el dramaturgo evitó hacerle cambios significativos en el texto original.