Escazú celebra cantonato con homenaje al boyero

El artista nacional Mario Parra realizó un monumento que se ubicará en la Plaza de Deportes de San Antonio de Escazú. Inauguración de monumento será este domingo a las 11 a. m.

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No es sencillo asumir la responsabilidad de retratar a una figura propia de la tradición costarricense.

Escazú, en el marco del 170 aniversario, se festeja a sí mismo y aprovecha para celebrar la figura del boyero. Este domingo, se inaugurará un monumento realizado por el artista nacional Mario Parra para la sentida celebración.

La obra, que cuenta con un diseño de su hija Carolina Parra así como de Xavier Villafranca, se ubicará al costado sur de la plaza de deportes de San Antonio de Escazú. El acto de inauguración será a las 11 a. m.

“Este monumento da continuidad al mural relieve de los boyeros realizado en el año 2009. En esta oportunidad se desarrolló una propuesta que complementa la restauración del mural anterior y la creación de un monumento a la boyera y boyero costarricense, pero esta vez en el formato de un conjunto escultórico”, explicó vía correo electrónico el escultor.

“Paralelamente se crearon nuevos recorridos alrededor del relieve y el monumento para que el público en general pudiera apreciar este desde varios ángulos. El monumento celebra la tradición del boyero, la carreta y la familia boyera”, agrega.

Según Parra, el monumento es una alegoría del oficio del boyeo, pues Parra retrata a una familia que se dedica a este oficio junto a un perro al lado de una carreta con bueyes. El artista procuró incluir elementos como el mecatee para amarrar y la alforja para representar el día a día de los boyeros, como sucede con los sombreros para la proyección solar y el bastón que tienen los personajes de la obra.

“Esta pieza busca convertirse en un referente para la identidad del cantón y se convertirá en el escenario de múltiples retratos familiares donde la presencia de los boyeros y carreta estarán en esencia en todas esas imágenes y recuerdos”, detalla el artista.

El monumento, que fue realizado con resina con fibra de vidrio y una estructura de metal, pasó por distintas fases desde el modelaje en arcilla hasta el moldeado final. El artista eligió un color arcilloso para retratar el barro y las condiciones usuales del paisaje en el que se encuentran los boyeros. “Este es un monumento para la comunidad escazuceña, para los costarricenses y para todos aquellos que nos quieran visitar desde fuera y deseen entrar en contacto con nuestras tradiciones”, dice.