Otro don Juan

¿Cómo escribe? La factura de una novela irónica contada a muchas voces

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Rafael Ángel Herra es escritor de ficción, poesía, ensayo y filosofía. Su obra es vasta; sus intereses, numerosos. Hoy nos cuenta una novela, D. Juan de los manjares : su hechura y sus secretos; es decir, la tercera cara de las hojas que forman los libros.

–¿Cómo creó la trama de “D. Juan de los manjares”?

–«Esta es una época infame, como todas...»: así empieza un cuaderno que tengo a mano (en formato de 28 x 21 cm, rayado, 35 líneas) con 92 páginas de manuscrito en letra apretada, fea, casi ilegible, tintas negra, azul y celeste: el primer manuscrito de D. Juan de los manjares , escrito en julio de 1997. Después habría de teclear durante largo tiempo hasta decidirme por el texto que di a la editorial. La idea se gestó ahí mismo: un seductor mediocre, publicista, fascinado por la buena mesa y observado por un narrador voyeur de las debilidades humanas.

–¿Hay continuidad entre este libro y sus obras anteriores?

–Sigue mi obsesión por el estilo, ajustado, sin duda, al tema, a los personajes, al relato, a los ambientes, según esta regla: un estilo para cada texto. Siempre experimento en la forma de narrar, acudo a la polifonía, innovo frente a textos anteriores, me sitúo en una diferente perspectiva narrativa. Por primera vez escribí un relato josefino, con personajes inspirados en mis congéneres y sin dar importancia a los intertextos.

–¿En qué se diferencia este libro de los otros que ha publicado?

D. J. es una parodia del realismo, el cual aprovecho también para incursionar en el contexto urbano. El relato es fragmentario y con muchas voces. El lector, inducido por el narrador voyeur , debe inventar partes de la historia, aquello que no se ve por el ojo de la cerradura. Novedades: la forma de narrar, el énfasis realista paródico, la temática, la multiplicación de voces, el estilo.

–¿Cuáles influencias siguió o sintió en la creación del libro?

–Es difícil saberlo, aparte de la evocación lejana del tema donjuanesco. No sé cómo, pero en general soy deudor de los clásicos antiguos y de Cervantes. Les debo a Voltaire, a Anatole France, a Sartre y, más cercanos, a García Márquez, a Eco y Saramago. El vientre de París me inspiró un pequeño recurso: darle sentido unitario a todo el cuerpo metafórico: en Zola, la gastronomía simboliza lo político; en el D. Juan , lo erótico.

–Como algunos autores, ¿tiene usted también un ‘lector imaginario’ para el que escribe? 

–Mi lector imaginario es activo y fantasioso; ojalá conozca sus propios prejuicios: así estará más libre para observar y recrear a estos personajes y para encontrarlos en la calle, deformados por la fantasía.

–¿Presenta los originales a amigos antes de publicar el libro?

–Sí, siempre lo hago.

–¿Cuándo escribe?

–Ha variado: hoy prefiero las mañanas; así queda el resto del día para volver al texto.

–¿Pudo evitar la distracción?

–Depende de las circunstancias, pero sí logro sustraerme.

–¿Rehízo partes del libro?

–Casi todas. Siempre estoy insatisfecho.

–¿Cuándo y cómo corrige?

–A cualquier hora. Es tan difícil hacerlo, que no pierdo oportunidad.

–¿Qué le costó más crear: ambientes, personajes, diálogos...?

–Todo cuesta, en especial los diálogos pues es preciso evitar el riesgo del artificio (cito a García Márquez).

–¿Cómo deben hablar los personajes?

–Según el tipo de literatura, ya sea, por ejemplo, fantástica, costumbrista, erótica o trivial.

–¿Qué cambiaría en el libro si debiera escribirlo otra vez?

–Destacaría más ambientes de San José.

–¿Le interesan las críticas –favorables o desfavorables– que suscitan sus libros?

–Las críticas son importantes, aunque las sesguen intereses creados.

–¿Cuáles son sus libros?

–En narrativa : El soñador del penúltimo sueño, Había una vez un tirano llamado Edipo, La guerra prodigiosa, El genio de la botella (Relato de relatos), Viaje al reino de los deseos, La divina chusma (101 fábulas) y D. Juan de los manjares . En poesía: Escribo para que existas y La brevedad del goce .

”En teatro: una versión de Viaje al reino de los deseos, y Narciso y las dos hermanas (radioteatro).

”En ensayo: Sartre y los prolegómenos a la antropología, Unmittelbare Vermittlung der Leiblichkeit (Interpretative Ausfuhrungen zu Texten von E. Husserl); Violencia, tecnocratismo y vida cotidiana; El desorden del espíritu (Conversaciones con Amighetti); Lo monstruoso y lo bello; Las cosas de este mundo; ¿Sobrevivirá el marxismo? (compilación y prólogo), y Autoengaño (Palabras para todos y sobre cada cual).

”En manuscrito: una novela, un poemario, dos colecciones de ensayos, una colección de cuentos y un libro sobre el paisaje costarricense”.