El Salón de la Justicia tico

Al igual que en la serie los Superamigos , en Costa Rica existe una liga de héroes y villanos. En la vida diaria son carpinteros, agentes de seguridad, constructores y guardaespaldas... Sobre el ring son enmascarados que estremecen a muchos en la lucha libre

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Los protagonistas de la lucha libre profesional en Costa Rica son enmascarados que hacen gritar de emoción a sus fans una vez al mes en una serie de contiendas que se libran al sur de San José.

Son constructores, carpinteros, agentes de seguridad y guardaespaldas, íconos en un universo donde el bien se enfrenta al mal desde hace más de cuatro décadas, cuando el exboxeador Manuel Bolaños, Chaparrito de Oro, entrenaba a los primeros luchadores ticos en el gimnasio Súper Hércules, en Tibás.

En aquel entonces llegaron a ser hasta 40 enmascarados. El Herediano, Mr. Blue y el Morado eran algunos de los que convocaban a miles en el Gimnasio Nacional.

Años después de aquel empírico aprendizaje, la lucha libre se profesionalizó de la mano de Víctor Hugo Ramírez, el Brumoso, quien gracias a una beca viajó a la meca de la lucha: el Distrito Federal, México. Allá descubrió que para usar y merecer una máscara, primero había que entrenarse en la lucha greco romana.

La lista de luchadores hoy llega a los 60; hombres de todas las edades y ocupaciones que protagonizan verdaderos culebrones deportivos en Plaza Víquez y en el gimnasio de San Francisco, explicó Rafael Ramírez, presidente de Luchamanía , uno de los grupos más grandes e importantes del país en este deporte.

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No ganan grandes sumas por pelear, se pelea por amor. Cuando hay ingresos se pueden obtener de ¢5.000 en adelante. Tampoco hay seguros, cada quien se cuida.

En Costa Rica los duelos se basan en dos modelos, dijo Ramírez: el latinoamericano, que enfrenta al Bando Rudo con el Técnico (malos contra buenos) y, el anglosajón, en el que agrupaciones que se retan entre sí. En este caso, los nacionales son desafiados por la Legión Extranjera.

Ramírez explicó que además de entrenar fuerte, los luchadores no pueden consumir drogas o involucrarse con menores de edad.

Cuando se trata de la máscara, se habla de palabras mayores. Los contendientes deben entrar y salir de cada pelea con ella puesta y, si la pierden en una batalla, no se recupera.

Viva habló con nueve de exponentes de la lucha libre nacional. En la lista hay tres veteranos: el Brumoso, a quien se le considera el padre de la lucha moderna; la Antorcha Humana, recordado por lanzar llamas durante sus peleas y, Solar, quien se acaba de retirar luego de 40 años de peleas.

También hablaron tres integrantes de los rudos: Armagedón, Miura y Mantis, así como tres de sus rivales “técnicos”: Latino (antes Psicópata), Flash Jr. y Toro, uno de los más queridos por los fans de las luchas.

Conozca las historias de estos personajes y aproveche para verlos en vivo el domingo, a las 4 p. m. en el gimnasio de San Francisco. La entrada cuesta ¢2.000.