El 2012 le dejó prosperidad a la literatura costarricense

Editoriales independientes se destacaron por su prolífica oferta

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El 2012 pasa sus páginas finales y en ellas quedan impresos títulos literarios que atraparon la atención de amantes de las letras.

La Nación consultó a críticos literarios, filólogos, escritores y académicos expertos en literatura sobre las obras literarias más sobresalientes del 2012.

Llama la atención que varios de ellos se publicaron en las últimas semanas del año y algunos ni siquiera han sido presentados formalmente: son libros publicados en 2012 con proyección a 2013.

Variedad. El escritor Gustavo Solórzano Alfaro piensa que este año fue positivo para diversificar la oferta tradicional.

“El 2012 vio la consolidación de varios proyectos editoriales independientes como Lanzallamas, Germinal, Espiral, Arboleda y Uruk, no solo por la publicación de autores nacionales, también por la inclusión en su catálogo de escritores extranjeros”, opinó.

Según Solórzano, quien es editor filológico de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (Euned) “se dio un paso más en la creación de vínculos literarios entre países hispanoamericanos y se empezó a romper la endogamia del medio tico”.

En cuanto a géneros literarios, Solórzano destacó la producción poética como amplia y variada.

“El poeta Luis Chaves tuvo un año destacadísimo, por las múltiples ediciones de sus obras: La máquina de hacer niebla (España), la antología bilingue La foto / Das Foto (Alemania) y Asfalto (España y Costa Rica).”

Según su criterio, otros libros de poesía que merecen atención son: Arbusto , de Eugenio Redondo, e Invocaciones , de Manuel Marín (Arboleda); Duelos desiguales de Paúl Benavides (Euned), Patio trasero de César Maurel (Germinal) y La posesión de este mundo de Luis Antonio Bedoya (EUCR).

“Hay libros premiados: Trasatlántico , de David Cruz (ECR), Especies menores , de Karla Sterloff (EUCR), y Mientras arden las cumbres , de Juan Carlos Olivas (EUNA)”, señaló.

Para el escritor Guillermo Fernández, el mejor libro de poesía fue Duelos desiguales de Paúl Benavides. “Me parece uno de los más sólidos de las últimas dos décadas. Obra madura, intensa y conceptualmente diferente de lo que ha sido la producción poética de Costa Rica. Lección de estilo”.

Para el filólogo Sergio Arroyo, autor del blog “Cenizas de ornitorrinco”, 2012 merece recordarse como el año del establecimiento de la novela negra en el país, pues la obra narrativa dio un giro hacia nuevas forma de representar la realidad.

“Mientras en otros años el género preferido ha sido la ciencia ficción; en este ha sido la novela negra, forma de novela policial que problematiza el trasfondo social e ideológico del crimen y, con ello, sobre la sociedad misma”, dijo.

Arroyo recomendó las novelas Ojos de muertos , de Guillermo Fernández (Uruk); En la oscurana , de Rodrigo Soto (Lanzallamas); La huella de los zopilotes, de Francisco J. Dall’Anse (Alfaguara) y Don Juan de los manjares de Rafael Ángel Herra (Alfaguara).

El crítico literario Juan Murillo considera la novela “paródica posmodernista” de Herra como la “propuesta más interesante y sofisticada”, pues “subvierte el género criollo de la policiaca realista y del gótico tropical”.

Por su parte, el escritor Fernando Durán Ayanegui considera Avancari (Euned) de Santiago Porras la mejor novela del año.

Las historias. Varios de los expertos consultados coinciden en que el libro Teoría del caos (Lanzallamas) –extensa antología de cuentos de Alexánder Obando escritos entre 1980 y 2012–, es la más sobresaliente entre los relatos cortos.

“Estos textos, en su conjunto, confirman a Alexánder Obando como uno de nuestros más destacados narradores, con algunas piezas que ya se pueden considerar como parte del canon del relato costarricense”, afirmó Arroyo.

El bloguero también también aplaudió la obra Fragmentos de la Tierra Prometida (Legado) de Fernando Contreras, una colección de 100 relatos breves la cual califica como “una de las más atrevidas del año”.

“En un apretado centenar de páginas hace convivir un hervidero de géneros narrativos: anticipación, denuncia social, ¿novela fragmentada?”

Margarita Rojas, investigadora y profesora de la Universidad Nacional, se refirió al ensayo y destacó la obra Impresiones chinas de Albino Chacón (Uruk).

“Son ensayos críticos de diversos temas de actualidad de ese país: economía, política, derechos humanos, costumbres culinarias, literatura. La variedad lo hace entretenido para cualquier lector, además, posee una escritura sencilla, sin complicaciones, ordenada y cada ensayo se cierra con buenos finales”, dijo.