Egipto aumentará seguridad en sus museos tras robo de un Van Gogh

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París (AFP). Las autoridades de Egipto, donde una pintura de Van Gogh valorada en $55 millones fue robada el sábado, prometieron reforzar la seguridad en todos sus museos, una tarea inmensa dado el gran patrimonio cultural y arqueológico del país.

El robo a plena luz del día de este lienzo, "protegido" por alarmas y cámaras de vigilancia que no funcionaban, ha llevado a las autoridades, sumamente criticadas, a reaccionar.

Los 23 museos públicos egipcios actualmente abiertos "están completamente protegidos por cámaras y sistemas de alerta contra robos e incendios, además de la presencia permanente de la policía de turismo y de las antigüedades", aseguró el jefe de este último servicio, Zahi Hawass.

Otros 18 museos, actualmente en construcción o en restauración, estarán también provistos de sistemas perfeccionados.

Tras reconocer implícitamente las fallas que permitieron robar el cuadro, Hawass prometió "revisar todos los sistemas" de protección.

Sin embargo numerosos diarios y comentaristas estimaban que la falta de formación del personal de los museos egipcios, así como los escasos efectivos, también debía cuestionarse.

Bajo el titular "Los museos en peligro", el diario gubernamental Al Ahram afirma hoy que "uno de los principales problemas es la falta de personal calificado y bien entrenado".

"No basta con decir que se va a aumentar en forma ejemplar la seguridad en los museos para impedir los robos", declaró Halim Noureddine, ex jefe del departamento de Antigüedades Egipcias, quien sugiere que se empleen guardianes "invisibles" que puedan vigilar con toda discreción.

El crítico de arte Ossama Afifi contó por su parte que hace 18 años quiso someter a prueba, junto a un grupo de amigos, la seguridad de un museo metiendo una estatua en un saco sin que nadie se diera cuenta. "Teniendo en cuenta la gran cantidad de objetos y obras que hay en los museos egipcios, es sumamente difícil contar con todo el personal necesario para mantenerlos en seguridad", estimó.

Los desafíos no faltan en un país que alberga antigüedades faraónicas únicas, y que posee un patrimonio islámico de primer orden, así como también objetos muy antiguos de las tradiciones cristianas y judías, y colecciones de origen exterior como la que contenía el cuadro de Van Gogh robado, Amapolas .

El museo de arte islámico de El Cairo, el más grande de su género en el mundo, sometido a trabajos de renovación durante ocho años, cuenta ahora con las normas de seguridad más exigentes.

Para el museo egipcio, que contiene el fabuloso tesoro funerario del faraón Tutankamon, fue necesario instalar un sistema de seguridad en un vetusto edificio que data de 1902, en espera de su traslado a un lugar moderno cercano a las pirámides de Gizeh.