Cultura Popular aplaude trabajo por raíces y alma guanacastecas

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Cañas, Guanacaste. Nos recibió con una sonrisa tímida y de primera entrada dijo directamente: “Ustedes dirán. A mí, la verdad, no me gustan las entrevistas ni las fotos. Me gusta estar atrás trabajando, porque el mérito es de toda la gente que hace la cultura popular y mantiene nuestra historia viva”.

Así es Georgina Acevedo López, quien fue nombrada ayer como Premio de Cultura Popular 2012, máximo galardón que otorga el Estado costarricense a las personas que luchan por rescatar las tradiciones, historia o raíces costarricenses o de un pueblo. Acevedo es tal vez la trabajadora más activa por la cultura popular en el cantón de Cañas, Guanacaste, pero también a quien le gusta estar detrás de todo el proceso y no llevarse las palmas.

“El trabajo es de muchísima gente, no solo mío; yo solo reconozco el trabajo de la gente a la que amo y que mantiene una cultura a la que amo tanto. Acepto este premio porque también reconoce a toda la gente que trabaja conmigo, y también es para todo el cantón de Cañas”, dijo.

Su trabajo es estar en contacto con quienes hacen arte y cultura en su pueblo y darlos a conocer. Ayer la vimos visitar a dos familias de artesanos y compartir con una familia que lleva más de cien años de hacer rosquillas de manera artesanal. El premio honra ese trabajo cercano de “rescate, divulgación y promoción de la cultura regional guanacasteca”, cita el acta del jurado.

Los artesanos de la zona lo confirman:

“Ella es una mujer que siempre nos está apoyando y ayudando a hacer mejor las cosas”, dijo Juan González, quien trabaja artesanías en piel y cuero.

Sin embargo, para ella el premio es una sorpresa.

“No me esperaba el premio, no sabía que me habían nominado. De hecho, me tomó tan por sorpresa que estaba en un funeral cuando me llamó el ministro”, añadió la mujer de 73 años.

Ella no solo es quien está a cargo del Comité de Cultura Popular en Cañas hace 31 años, sino también fundó el grupo de bailes folclóricos Caña de Azúcar, que ya lleva 16 años de llevar la cultura a todo el país y a otras zonas como Nicaragua, Panamá, México, Estonia, Suecia y Finlandia.

Amor por el pueblo. Nació en Cañas, en el seno de una familia humilde. “Viví en piso de tierra”, confiesa, pero mi mamá era una mujer muy trabajadora, era cocinera, pero nos inculcó la importancia del estudio y por eso me fui a Liberia y me hice maestra; en aquella época había solo una trocha para llegar a Liberia, pero lo logré”.

Al terminar sus estudios regreso a Cañas, donde trabajó como maestra durante 33 años, tanto en la escuela diurna como en la nocturna. Mientras tanto, poco a poco comenzó a involucrarse en la parte de promoción cultural del cantón.

En 1981 fundó, junto con otros vecinos, el Comité Cantonal de Cultura de la Municipalidad de Cañas.

“Al principio, nos costó mucho. Era solo como una gotita de pintura; la gente casi no llegaba; había cosas que se coordinaban mal. Ahora, la historia es otra. La gente pide la cultura y exige obras de buena calidad”.

Así, ahora todos los meses hay festivales artísticos: allí se celebra Día del Boyero. Para el Día del Libro se presentan libros de autores cañeros. El 18 día abril celebran Día de Sitios Arqueológicos, y para diciembre hacen un desfile navideño, donde participan las bandas que acudieron al Festival de la Luz.

Además, se realizan cabalgatas en los lugares donde antes los antepasados sacaban el ganado con la ayuda de caballos, cuando no existían los camiones ganaderos.

Doña Gina, como la conocen en la zona, sabe que aún debe trabajar, pero también quiere descansar y desde ya capacita a sus compañeros para que tomen su lugar.

“Tengo 73 años. Quiero trabajar hasta los 75 y después descansar, pero antes debo formar y capacitar a la gente que asumirá lo que yo hago; todavía quiero hacer mucho”, concluyó.