Cuerpo transgresor: bailar contra el prejuicio

Después del año 2000, la danza contemporánea ha afrontado con el cuerpo lo que ha evadido la palabra pública: limitadas definiciones para los géneros masculino y femenino, represión sistemática contra los derechos humanos de minorías sexuales y las restricciones de una educación llena de tabúes y prejuicios contra la experimentación de estilos de vida fuera de la norma heterosexual

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En la danza, el cuerpo es un lienzo vivo y móvil. Inquieto por naturaleza, el cuerpo ha sido la voz más potente en la discordia de buscar un espacio de expresión para las minorías sexuales y así lo demuestra Costa Rica.

En el 2002, en el suplemento cultural Áncora, la investigadora y crítica de danza Marta Ávila describía una tendencia de transformación en los lenguajes de la danza: nuevas generaciones de bailarines experimentaban con reflexiones sobre género, sexo y violencia.

Este 2015, el espacio escénico Gráfica Génesis estrenó su primera temporada exclusiva para la diversidad sexual: cuatro coreografías llenas de caricias homosexuales, hombres travestidos, personas transgénero y mujeres moviéndose desafiantes contra los roles pasivos que les fueron impuestos por tradición.

Ricardo Alfieri, administrador del espacio escénico, asegura que la visión artística del lugar siempre se ha liberado de las limitaciones tradicionales del ideario social. En esta ocasión, eso significa despojarse de inhibiciones sexuales, estándares tradicionales de belleza e ideas del comportamiento que determina quién es un hombre o una mujer.

“No se trata de un tema de moda, sino un tema importante, que está en el tapete de los derechos humanos. Han pasado muchos años de oscurantismo y represión; en esta etapa, se da la oportunidad de que la gente conozca y sepa de qué se trata, Este proceso en el que se puede educar y enseñar de la diversidad es muy importante”, opina Alfieri.

La temporada abrió el 12 de junio con tres presentaciones de Beau-ty , un trabajo de la joven compañía malaFAMA , que desde el año pasado se ha encargado de poner en escena lo que en la calle parece incómodo de discutir.

Los bailarines debutaron en el 2014 con dos montajes acerca de la flexibilidad del amor entre hombres y mujeres, aunque la audiencia no puede adivinar la orientación sexual de los bailarines ( Homenaje a los novios ); y el absurdo de la soledad en una sociedad que nos arroja a ella ( Casa de locas ).

Beau-ty , por su parte, se enfocó en exponer el sistema de la belleza, para lo cual incluyeron un personaje travestido con barba y lencería femenina, un aparente imposible en la vida pública de la sociedad costarricense, pero real en el escenario.

“Al estar tocando estos temas, uno va ganando y perdiendo muchas cosas. Va ganando un público que acepta”, dice su director Yul Gatjens. “Tratamos de poner en escena temas reales, aunque no le pasen a todo el mundo”, agrega.

Este fin de semana, Gráfica Génesis continuará su fiesta escénica de la diversidad con un segundo montaje de El Oh!8 , un espectáculo escénico que cuenta la iconografía de la cultura LGBTI desde la cultura pop.

El espacio se transforma en una fiesta estridente: coexisten en el universo de su director, Mauricio Hernández, las actrices del Hollywood dorado y artificioso: Judy Garland, Marlene Dietrich y Marilyn Monroe; las figuras de los represivos e históricos eventos contra la homosexualidad, la fuerza bruta de la policía, la mano de la censura religiosa.

Aunque el domingo 28 es el Día Internacional del Orgullo LGBTI, Gráfica Génesis festejará de forma extendida el orgullo de una comunidad que, a pesar de ser minoría, cada año derriba con buena puntería uno de los tabúes que la restringen.

El fin de semana del viernes 3 de julio estrenarán Bastarda tabacalera , de Jorge Sánchez, un montaje que explora explícitamente elementos de la cultura gay; y una semana después, a partir del viernes 10, cerrará con presentaciones de la obra de teatro físico, Sucesiones , de Daniel Astorga, coreografía con alto contenido erótico entre parejas de distinta denominación, sean o no del mismo sexo.

Aunque la pieza no teme ser explícita para exponer estos temas (es posible ver sugerencias de masturbación y violencia dentro de la pareja sin ningún otro aditivo que música acompañante), es claro que su objetivo no es exponer las diferencias, sino reunir las similitudes: la necesidad de encontrar aceptación para todas las personas y asegurar, en ese proceso, su felicidad.

Precursores. Dar por sentado las cualidades expresivas de la danza en el 2015 es sencillo. Tanto los espacios estatales como los privados parecen estar abiertos a la experimentación corporal, a permitir en escena los gestos que aún se censuran en público.

En el último estreno del programa estudiantil de la Universidad de Costa Rica (UCR), el coreógrafo cubano español Pepe Hevia expuso los recuerdos de su niñez. En el proceso, sin ser determinante para el resto de la coreografía, añadió un dúo de dos muchachos que se acariciaron y besaron de forma elocuente frente a la audiencia del Teatro de la Danza.

Este es un tema con un largo desarrollo en nuestra danza. En el 2002, el ahora director del programa Danza Abierta de la Universidad de Costa Rica (UCR), Luis Piedra, estrenó su coreografía danza-teatro ¿De qué juega usted? con Danza Universitaria.

“El tema siempre me ha interesado, al igual que a Rogelio López, en ese entonces director de Danza Universitaria. En esa fecha cursaba una maestría y, para un trabajo de práctica escénica, teníamos que escoger un tema, yo elegí la diversidad sexual”, cuenta el coreógrafo, quien ganó con la pieza el Premio Nacional de Danza a la mejor coreografía.

En las creaciones de Piedra, a la fecha, la temática persiste. En junio presentó con su compañía Imagodanza la pieza Familia.r.es , en la que se refería a las distintas posibilidades de la familia fuera del núcleo heterosexual de papá y mamá unidos por matrimonio.

Sin embargo, ¿De qué juega usted? fue determinante para motivar a otros creadores y se unió a otras obras: en el 2004 , Jimmy Ortiz exponía los prejuicios de la masculinidad y el machismo; en el 2008 , Christopher Núñez y Karen Elizondo dirigían a su grupo Graffitti Danza en piezas sobre la vida desde la homosexualidad.

La danza nacional se fortaleció para cuestionar libremente visiones impuestas por una sociedad que aún no abre conciencia de la extensión de su intolerancia. En ese sentido, la creación artística de la danza ha crecido al margen de los prejuicios de otras disciplinas de expresión.

“Creo que la danza es libertad total. En este país nunca he me sentido impedido ni cohibido”, afirma Piedra.