Crítica de danza: ‘Puntos de encuentro’, en Revés 2016

Para bailar: El encuentro Revés es un reflejo de lo que el gremio centroamericano de danza necesita

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Cada vez es más frecuente que nuestro país sea el lugar de encuentro de bailarines internacionales. Este año, debido a la segunda edición de Revés se logró que más de 50 profesionales de Europa y Latinoamérica compartieran por casi un mes, en la provincia de Heredia, el conocimiento de técnicas de entrenamiento y composición coreográfica, convocados por las agrupaciones Tres Hermanos y Los InNato.

Como resultado de Revés 2016, se presentaron 12 propuestas coreográficas de creadores centroamericanos y mexicanos, quienes ejecutaron solos, dúos y grupales en las inmediaciones de una recicladora en Heredia. Algunos trabajos provienen de sus repertorios y otros, fueron creados en Costa Rica, con motivaciones derivadas del contexto actual.

Puntos de encuentro se llamó el espectáculo que ofrecieron los mesoamericanos que decidieron participar en la muestra, que tuvo una duración aproximada a dos horas, y que contó con una buena audiencia.

Los diferentes números de la función tuvieron muchos aspectos en común: primero una escenografía monumental producto de material de desechos, poseedora de muchas texturas, colores y recovecos, que proporcionó unidad plástica a la puesta.

Segundo, varios trabajos contaron con partituras cuyos sonidos parecían provenir de una misma fuente, con pocas variantes como el silencio. Tercero, todo el elenco participante demostró su deseo de compartir ideas claras, priorizando el movimiento y la expresividad corporal. Además, los trabajos contaron con iluminación básica y eficaz.

En lo que no hubo unidad fue en la temática, pues cada uno llevó a los espectadores a diferentes tópicos, mediante enfoques estilísticos distintos, desde lo trascendental hasta lo jocoso. En estas obras hubo denuncia, así como humor y deleite por la forma del movimiento.

Algo que merece destacarse son las propuestas coreográficas en las que bailarines de diferentes latitudes aprovecharon el encuentro para crecer juntos, como Musax , del guatemalteco Jeffrey Ortega, que montó con el trío nacional conformado por Mariela Arguello, Andrea Núñez y Sol Pardo. Me llamaron la atención el tratamiento del movimiento, la música y la interpretación.

De igual forma, Todos los días , creada y ejecutada por Richie Rodríguez y Margarita Gáldamez, de El Salvador y México, que de modo acertado exponen la violencia que se vive en sus países.

En este sentido, también me gustaron Que-hacer, de Isai Reyes, bailado por los guatemaltecos Jeffrey Ortega y Andrea Herrarte, en el que transforman lo banal en filosófico, así como el dúo Reencuentro 1 , ejecutado y creado por Adrián Figueroa y Guadalupe Gómez, miembros de las compañías nacionales de Costa Rica y El Salvador.

Con esta muestra, se evidencia que la región está urgida de espacios que permitan estrechar lazos para seguir creciendo y fortalecer la disciplina. A la vez, que existe mucho talento para la danza, pues cuando apreciamos tantas caras nuevas en el escenario y buen nivel de ejecución es contundente que cualquier lugar es apto para potenciar la danza.

Coreografías: Yeiner Chicas, Adrián Morales, Jeffrey Ortega, Colectivo Tranze, Antonio Bravo, Adrián Figueroa, Guadalupe Gómez, Isai Reyes, Alejandro Ramonet, Óscar Oliverios, Guillermo León, Margarita Galdaméz y Richie Rodríguez. Fecha: Sábado 30 enero del 2016, 5 p. m. Lugar: Centro de acopio La Silvia, Barva de Heredia.