Volvemos a ver, en el Teatro de la Danza, al grupo independiente, ExÁnima con la producción denominada Proyecto Morfeo , que contó con el apoyo del fondo de producción artística Iberescena, el cual les permitió trabajar con cuatro colegas de México.
En esta puesta en escena, no predominan las luces negras y muñecos inspirados en seres fantásticos, como lo observado en muchos de los espectáculos anteriores de ExÁnima, al contrario lo que propusieron fue un escenario limpio y salpicado por algunos objetos escenográficos.
Proyecto Morfeo pretende escenificar las peripecias de seis personajes muy distintos, mientras tratan de consiliar el sueño. El insomnio es lo que unifica a estos seres que se enfrentan diversas situaciones en tono lúdico.
Recordemos que Morfeo es un dios de la mitología griega que propicia el beneficio del sueño. Estos personajes ansían estar en los brazos de Morfeo, para poder gozar del sueño a través de imágenes en las cuales predomina la figura humana y de ahí su complicidad para conseguir su deseo.
El lenguaje que Moreno y Cascante utilizaron para esta producción se nutrió de los principales elementos de la danza contemporánea, apoyados en las artes circenses. Y, con esto, armomizaron las técnicas de los acróbatas, actores y bailarines, al abordar todas las dimensiones espaciales en diferentes niveles.
Como es usual en esta agrupación, la concepción plástica es medular y para Proyecto Morfeo , Cascante fue el responsable de resolver el vestuario con muchas texturas y en tonos negros y blancos, así como los restantes elementos de la utilería.
De los cuales, debo destacar al tierno personaje de grandes manos rosadas, quien figuró como otro protagonista. En cuanto a otros elementos, la resolución de la cama, debe de ser cuidada en algunos instante, pues la falta de presición en los espacios puede romper la magia de la escena.
El marco sonoro de Proyecto Morfeo fue compuesto mediante un collage que unió piezas de una una veintena de músicos, determinando el ritmo y las cualidades de movimiernto que ejecutaron los personajes.
Además, en Proyecto Morfeo el diseño de las luces estuvo a cargo de Jesús Núñez Giles, quien resolvió de modo satistactorio, ya que pudo dar una pátina adecuada para cada escena logrando unir las diferentes escenas, como en un sueño.
A nivel de la ejecución, en general, cada uno de los participantes demostró su experiencia y dominio en un campo y juntos, hicieron que este trabajo se sintiera como un rato entretenido.
No obstante, para evitar que la sensación de estar en lugar mágico se rompa, se debe de cuidar, al inicio, algunas secuencias que parecen más una demostración acrobática que parte de una acción de la trama.
Proyecto Morfeo vale la pena verlo, toda vez que, demuestra ser el resultado de una investigación con logros satisfactorios tanto a nivel de comprensión como por la capacidad de síntesis y la novedad de la imágenes planteadas, donde varios lenguajes se supeditan en función de una idea clara.