Crítica de danza: ‘Bocaracá’, danza para profundizar en los rasgos de nuestra identidad

La obra se inspira en un cuento del escritor nacional Carlos Salazar Herrera

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

En su segunda temporada del 2018, la Compañía de Cámara Danza UNA ejecutó el trabajo titulado Bocaracá, creación de Erick Jiménez, coreógrafo invitado que se inspiró en el cuento homónimo del escritor costarricense Carlos Salazar Herrera (1906-1980).

Con sus movimientos, Jiménez nos aleja del realismo que desarrolló magistralmente Salazar con sus palabras en la obra Cuentos de angustias y paisajes, para enfrentarnos a una lectura personal en la que cada bailarín narra una parte de los pequeños detalles de los personajes: Jenaro, Tana y el hijo de ambos.

El tratamiento que le da el coreógrafo a la temática es más de carácter introspectivo que literal, pues Jiménez muestra las emociones más que los acontecimientos. Es así como, mediante un contrapunto entre los solistas y el grupo, se entretejen las principales sensaciones que sufren los personajes de Bocaracá.

La banda sonora es un elemento fundamental y fue creada por Glendon Ramírez, quien compuso una pieza para este texto coreográfico que alcanzó el nivel de otro participante y, en algunos segmentos, también actuó como solista, siendo a la vez,el hilo conductor que mantiene el sentido de la tensión, hasta llegar a crear una sensación de desesperación.

En esta banda sonora, los bellos sonidos de la naturaleza se llegan a transformar en imágenes amenazantes. Es el paisaje en sonidos.

En Bocaracá, los siete bailarines realizaron sus secuencias en un espacio limpio de escenografía o utilería, el cual se esculpió por los acertados efectos del diseño de iluminación a cargo de Emilio Aguilar.

Las luces fueron eficientes para crear atmósferas y lograr dar patinas a los trajes diseñados por Daniela Valverde, quien presentó un estilo contemporáneo y urbano en tonalidades oscuras, con detalles dorados recordando la piel de la serpiente.

La propuesta de movimiento a la que se enfrentó el elenco, durante casi una hora, fue desafiante, toda vez que tuvieron que atender las demandas de un coreógrafo exigente en cuanto al manejo de los desplazamientos y en el complejo tratamiento de los tiempos contrastados.

En este sentido, la obra permite ver a los intérpretes cumpliendo con los unísonos grupales abordados con solvencia. Lo mismo en las secciones de solistas, en las que afloró el miedo, la soledad, la impotencia, la lucha y la desesperación, presentes en el relato de Salazar Herrera.

Bocaracá está llena de metáforas danzadas con mucha pasión en las que se exponen los conflictos por los que pasan los personajes, como el segmento de Heriberto Calderón, Natalia Herra o Alexánder Gutiérrez.

En términos generales, al terminar la presentación se aprecia un conjunto de bailarines jóvenes, acoplados y convencidos de la propuesta estética y poseedores de un nivel técnico limpio, en el que es evidente el constante crecimiento interpretativo.

Se agradece a esta agrupación el ejecutar una puesta en escena que indaga en temáticas alusivas a la identidad nacional sin ser descriptivas, logrando interesantes imágenes danzadas.

Bocaracá

Compañía de Cámara Danza UNA

Coreógrafo: Erick Jiménez

Intérpretes: Heriberto Calderón, Yul Gatjens, Alexander Gutiérrez, Natalia Herra, Alejandra Núñez, Carlos M. Ramírez y Aymará Vargas

Fecha: viernes 16 de marzo de 2018, 8 p. m.

Lugar: Teatro de la Danza