Con Hernán Jiménez, cada defecto es una virtud

Humor amplio ¡Así quién no! es un show sobre las inseguridades personales, pero también sobre detalles hilarantes de la vida cotidiana

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Sobre el escenario, Hernán Jiménez es él y sus circunstancias. Camisa negra, pantalones negros, poco más: frente a un público ávido de humor, cuenta con hora y media de inseguridades, miedos y reflexiones para complacerlos.

Jiménez, cineasta y comediante , abrió la primera temporada de su nueva rutina de stand up comedy , ¡Así quién no! , el lunes en el Jazz Café de Escazú –que volverá a recibirlo en enero, antes del Teatro Popular Melico Salazar–.

Discreto, Jiménez sale al escenario como siempre: muy consciente de lo que sucede en su país. “Un aplauso solo por desplazarse hasta acá”, pide al público, pues llegar a Escazú en estas fechas es una proeza por las calles atascadas. Como otras costumbres ticas, el denso tráfico es, una vez más, material para la comedia de Jiménez, pero a diferencia de Vamos por partes, este show es mucho más personal.

¡Así quién no! es un ácido autoexamen de ansiedades y defectos del propio Jiménez. Con el micrófono, dibuja un personaje de inmediata conexión con la audiencia: ya treintón, como dice, mira atrás y despliega una observación minuciosa (y divertida) de lo que somos y lo que queremos.

Movido. Desde la primera parte del espectáculo, Jiménez exhibe una energía imparable. Si se ve nervioso, es parte del personaje, en ese momento “cuando los años dejan de importar tanto”.

Repasando las costumbres navideñas –la vida con Jugo de piña y sin ella–, Jiménez empieza con una nota alta. Luego se divierte con los selfies, mal de la época: “Me parece maravilloso que estés enamorado de tu cuerpo, pero no me involucrés”.

Conforme avanza el show, de hora y media, se va centrando más en él mismo, y es entonces cuando la audiencia no para de reír. Empezando por una detallada descripción de “la peor parte” de su cuerpo, sus pies, y pasando por sus temores citadinos, salta entre ideas con una facilidad muy graciosa.

También entran aquí las relaciones con las mujeres, el gran tema de ¡Así quién no! Entre los pasajes más divertidos del show se incluyen una expedición donde le falla la valentía, una beca en Canadá con una sorpresa desagradable y, siempre, su pavor por los insectos. Aunque Jiménez se burle de sí mismo y lo que pasa en la cama con exnovias, no teme introducir grandes temas: es divertidísima su defensa del feminismo, por ejemplo.

“Él tiene una forma de hacer humor a partir de las cosas más básicas de la vida, una forma de tomar lo cotidiano y hacerlo divertido. Se ríe de él mismo; es algo que lo hace a uno disfrutar mucho”, dijo Shirley Romero, una de las asistentes al show del jueves.

Concordó con ella Ronald Segura, quien recomienda el espectáculo para despejar el último estrés del año. “Lo más bonito es que realmente se parece a la vida de uno. A uno le da mucha risa ver que son chistes del día a día, de lo que a uno realmente le pasa como pareja, como vecino”, dijo.

Hernán Jiménez volverá al Jazz Café de Escazú del 5 al 10 de enero. Se presentará en el Teatro Popular Melico Salazar del 20 de febrero al 1. ° de marzo. Tiquetes en www.specialticket.net