Colorido estandarte le dio un premio al país

Obra del artista nacional Carlos Tapia obtuvo el segundo lugar en certamen

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La escena de una ciudad abigarrada, tan colorida y alocada que hasta produce vértigo con solo verla, le valió al artista costarricense Carlos Tapia el segundo lugar en la VII Bienal Internacional de Estandartes, con sede en Tijuana, México.

Este certamen es organizado por el Centro Cultural de Tijuana y se realiza cada dos años desde el 2000. En su sétima edición, el concurso convocó a artistas de 25 países que asumieron el reto de comunicar un mensaje en un estandarte de cinco metros de alto por 1,8 metros de ancho.

Los creadores participantes fueron invitados directamente por la organización y Costa Rica estuvo representada por Tapia.

El artista llevó a grandes dimensiones varios elementos recurrentes en su obra: colores vibrantes, horror al vacío, arquitectura, movimiento y gatos. “Hice lo que mejor sabía hacer, no era hora para experimentos. Es la imagen de una ciudad vista desde abajo hacia arriba. Sabía que el estandarte tenía que estar colgado al menos tres metros del suelo para que la gente pudiera pasar por debajo de él, por lo que el mensaje debía ser claro y contundente, los colores firmes y lisos”, explicó Tapia. El lienzo gigante fue intervenido por ambos lados con pintura acrílica, y la realización del trabajó duró dos semanas.

El jurado que evaluó las obras presentadas en la VII Bienal Internacional de Estandartes estuvo integrado por la estadounidense Rachel Weiss, la venezolana Bélgica Rodríguez y el mexicano Santiago Espinosa de los Monteros.

Los jueces decidieron premiar a Tapia con el segundo lugar “por el planteamiento pictórico de gran fuerza cromática, impacto visual y por la estructuración de una arquitectura fantástica que prevalece en su obra sin título”.

Tapia ha descrito su obra como expresionista y recargada de elementos por estar inspirada en la abundancia de colores y formas del trópico. Su estilo, afirma, es todo lo contrario al minimalismo.

“Creo que el exceso de formas y el uso de colores fuertes en mis obras me acercan más a nuestra realidad americana”, dijo Tapia.

Los jueces acordaron –por decisión unánime– otorgar el primer lugar a la obra Declaraciones , del artista cubano, residente en México , Flavio Garciandía.