Cartas muestran lado tierno de Hemingway

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Montevideo, Uruguay. El País El lado tierno de Ernest Hemingway, tan lejano a su imagen de macho, se percibe en una docena de cartas inéditas en una colección de documentos del autor, en la biblioteca presidencial Kennedy.

En una de las cartas hechas públicas esta semana, escrita a su amigo Gianfranco Ivancich en Cuba, en febrero de 1953, Hemingway habla de sacrificar a su gato Uncle Willie, luego de que fuera atropellado. “Sí que te extrañé. Extraño a Uncle Willie. He tenido que dispararle a gente, pero nunca a nadie que haya conocido y amado 11 años”, escribió.

Las fechas de las cartas son de 1953 a 1960, un año antes del suicidio, cuando tenía 62 años. Escritas a máquina o con su enrulada caligrafía, algunos de sus despachos llegaron en sobres personalizados de papel cebolla desde su residencia en la Finca Vigia en Cuba, desde Europa, cuando estaba de safari en África, y desde su casa cuando vivió en Idaho, EE. UU., Hemingway e Ivancich se conocieron en un hotel de Venecia en 1949 y entablaron amistad pues ambos habían sufrido heridas de guerra en las piernas.