'Capturas': fotografías que reflexionan sobre la penalización del delito

Muestra de José Alberto Hernández se expondrá en los calabozos del antiguo Cuartel Bella Vista hasta el 21 de agosto

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Una fotografía inmortaliza momentos, retratos y objetos. Si alguien tiene clara la fuerza de las imágenes es el artista José Alberto Hernández.

La exposición Capturas del diseñador gráfico y fotógrafo es resultado de una investigación que inició hace quince años.

En los calabozos del antiguo Cuartel Bella Vista, actual Museo Nacional , se explora el uso de la fotografía con fines judiciales. Resulta así un ensayo artístico sobre objetos, sujetos y contextos asociados con la comisión de delitos.

La muestra, una coproducción entre el Museo Nacional y el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) se inauguró este jueves 26 y estará abierta al público hasta el 21 de agosto.

Adriana Collado-Chaves, curadora del MADC y de Capturas, asegura que no se no se pretende crear imágenes neutrales, ni usar las fotografías para conseguir evidencias, pruebas o testimonios de la “verdad”. “No estamos buscando decir lo bueno y lo malo. Si hay algo distante a lo que queremos decir es verdades. No se está diciendo blanco o negro, verdad o mentira, bueno o malo”, comenta. El proceso creativo, indica, propicia un espacio convertir la fotografía en un lenguaje con el poder de abrir la percepción del mundo a múltiples interpretaciones.

Recorrido. Tanto Collado como Hernández enfatizaron el valor que le agrega el poder realizar la muestra en este espacio. “El lugar se comporta como un actor más en el montaje; no son simplemente paredes para montar imágenes, sino que tiene un recorrido que trata de hilvanar relaciones”, dijo Hernández. “En otra época fue un cuartel. Esta sección en particular tenía celdas, se entrenaban soldados, se guardaba armamento y tiene mucho de la historia bélica del país”.

La exposición reúne tres series fotográficas cuyo hilo conductor es el dilema entre la vida y la muerte, la dualidad y fragilidad humana y la duda de si es la fotografía capaz de representar estas reflexiones.

La primera serie, Inventario , creada del 2005 al 2007, retrata a gran escala un conjunto documental de armas y objetos implicados en delitos reales cometidos e inventariados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Hernández añadió que el gran tamaño de las imágenes de las armas hace una magnificación del delito. “Las armas y la violencia suele ser algo que se nos impone. Aunque no son las principales reflexiones de la muestra, la forma y dimensiones del montaje también hablan”, indica. “Estas figuras suelen ser magnificados incluso por los medios de comunicación que mantienen la atención sobre estos temas”, comentó.

En la segunda serie, RIP- Retratos Inconclusos Policiales (2005- 2010), se muestran retratos difusos o “anti retratos” de individuos detenidos en múltiples ocasiones por la policía.

“No se está retratando al sujeto que cometió el delito, sino cómo la sociedad trata a ese sujeto y lo que le sucede también a ese sujeto, que es un tema de memoria y olvido”, agregó Collado.

La última, Gráfica de encierro (2011- 2016), fue producida en conjunto con personas privadas de libertad en un centro penitenciario. Surgió de un taller ofrecido por el fotógrafo en el cual los privados retrataron los espacios que habitan.

“La disminución del formato de los lugares en la tercera serie podría ser leído como una metáfora de la disminución de la libertad al que quedaron reducidos al infringir la ley y el orden que tenemos en nuestra cultura”, comentó Collado.

“Me interesa una mirada más humana, dejar de magnificar estas escenas, tener que acercarse y prestar atención a los detalles y a estas cosas que no necesariamente estamos dispuestos a ver en una dimensión más sensible, a pesar de estar ubicadas dentro de en contexto tan duro como un espacio de encierro”, dijo el artista.

Estará abierta al público de martes a sábado (8:30 a. m. a 4:30 a. m.) y los domingos (9 a. m. a 4:30 p. m.)