Byron Espinoza: un poeta a cuerpo abierto

A cuerpo abierto (2015) , un poemario de amor y desamor escrito a lo largo de 17 años, desnuda el amor de un poeta en crecimiento

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Byron Espinoza se dedica a la asistencia de sonido en el Teatro Nacional, pero su alma es de poeta. A finales del 2015, publicó su quinto poemario titulado A cuerpo abierto , un recorrido de amor y desamor en el que lo dejó todo y que presentará a finales de febrero o inicios de marzo.

¿Quién es Byron y cómo se define como artista?

Soy una persona para la que es fundamental escribir, pero más que escribir, leer. No concibo cómo alguien puede decir que quiere escribir y no lee. Para mi eso no es posible. Trato de leer todos los días para absorber todo, pasarlo por un filtro personal y plasmarlo en el papel.

¿Por qué poesía? ¿Usted llegó a ella o ella llegó a usted?

La poesía llegó a mi cuando era muy pequeño. Mis padres son nicaragüenses; yo soy producto ensamblado en Costa Rica por fabricantes nicaragüenses. Entonces para mí es inevitable saber de Rubén Darío, por ejemplo. Cuando era pequeño y estaba intentando acercarme más a la tierra de mis padres, me encontré con su poesía, la empecé a disfrutar y empecé a escribir. Lo primero que recuerdo haber escrito fue un pésimo cuento cuando estaba en segundo grado que nos dejaron de tarea (que era casi una copia de los Cuentos de Mi tía Panchita). Ya luego empecé a escribir poesía, y hasta la fecha.

LEA MÁS: Poemario de Byron Espinoza es una vuelta a la infancia

¿Qué representa para usted la poesía?

La poesía para mi es igual que respirar. Tengo que respirar porque tengo que vivir y sino, me muero. Es una necesidad. Yo no me imagino sin escribir, es una extensión de mi. Trato de plasmar lo que vivo a diario. Me queda más fácil escribirlo que decirlo, por eso de me hace tan difícil explicar lo que escribo.

¿A qué edad empezó a escribir con regularidad?

Cuando tenía 17 años entré a un taller literario. Los compañeros, que eran mayores que yo, me hicieron entender que esto no se trata de inspiración como mucha gente cree, o que le van a bajar las musas del cielo. Se trata de transpiración, trabajo, de leer a diario y escribir, escribir y escribir. A partir de mi tercer libro ( Escondite ) es cuando considero que empecé a escribir ya más en serio.

¿De qué habla este último libro, A cuerpo abierto ?

Es un poemario resultado de muchos años de trabajo. Se escribió entre 1998 y el 2015. Trata sobre amor y desamor. O se podría decir que es un poemario de desamor usando entre paréntesis las tres primeras letras. Ha acompañado diferentes etapas de mi vida. Hay poemas más tiernos, otros más eróticos.

Ana Istarú escribió en la contraportada que con este libro usted explora la vulnerable desnudez de su propia alma. ¿Por qué dice esto?

Creo que se debe a que no me guardé nada de lo que he sentido cuando he estado enamorado. Eso es lo que está ahí: lo que me ha dolido, lo que me ha alegrado, lo que me ha excitado o me ha hecho sentirme completo. Si bien se entiende que es un poemario de amor escrito por un hombre hacia una mujer, o hacia muchas, o todas, también el hombre que escribe habla de su amor de hembra. Bien lo pude haber escrito siendo mujer u hombre.

¿Qué viene ahora?Lo que quiero lograr es escribir un libro que me haga muy feliz. Porque por ejemplo, cuando escribí el primero o segundo me sentí muy feliz. Pero ahora me doy cuenta que esos libros no me gustan. No me arrepiento de ellos porque fueron necesarios para llegar aquí, pero sé que no tienen la calidad que yo hubiera deseado. Es un proceso.

LEA MÁS: Un nuevo poemario juega con las palabras