Aura Helena Prada: ‘Los actores debemos estar unidos’

Visita. La experimentada actriz colombiana busca que los artistas y sus clientes conozcan sus derechos de imagen

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Aura Helena Prada es una de las actrices más reconocidas en Colombia. Ha pasado por papeles variopintos en producciones de televisión pero, más allá de eso, es la presidenta de la Sociedad Colombiana de Gestión , que participa en este momento en Costa Rica en el Foro Iberoamericano sobre Interpretaciones Audiovisuales.

Prada es reconocida en nuestro país por papeles como el de Karina en Las muñecas de la mafia y como Mónica Ferreira en Pedro El Escamoso .

En medio de su participación como expositora del encuentro de artistas, Prada conversó con Viva sobre el trabajo que realiza y los objetivos de su visita.

¿Cuál es la importancia de este encuentro para los artistas de América Latina?

Tiene como objetivo impulsar los derechos intelectuales de los actores del sector y que todo el gremio los conozca. Es hacer pedagogía, que la gente entienda de qué se trata la propiedad intelectual –que no suene a bostezo ni a aburrido–; lo lindo de esto es que cuando se ven materializados los hechos se da cuenta de cómo le cambia la vida a estos artistas.

¿Cuáles son esos derechos por los que luchan?

El objetivo macro es la ratificación del Tratado de Beijing que es justamente un tratado sobre intérpretes audiovisuales que se firmó en el 2012; ya 15 países lo ratificaron, faltan otros 15. Cuando entre en vigor en Costa Rica, se introduce en las leyes el derecho del actor de remuneración por comunicación pública. Básicamente, es que cada vez que pasan nuestras obras, el que la pasa, debe de pagar un porcentaje mínimo sobre esos derechos. En Colombia crecimos en la producción audiovisual y mientras lo hacíamos en ese aspecto, en el tema de derechos estamos como en el kínder.

¿Cómo se utilizaría esa remuneración?

Los actores nos juntamos y les cobramos a esos usuarios (cadenas de televisión, a las de cine, etc.) y les decimos: ‘usted está teniendo un lucro y proporcional a ese ingreso podemos fijar una tarifa, un porcentaje’. Entonces, cuando haya una autorización de funcionamiento y se pueda recaudar, se va a hacer esa recolección por las producciones que se importen y, de ese 100% que se colecte, se invierte una parte para la administración y otra para bien social. Los actores costarricenses pueden recaudar poco debido a la poca producción, pero del total internacional, a Costa Rica le quedaría un 10%.

Se puede pensar que por ser arte, todo se desliga de las situaciones financieras...

Justamente, creo que ese es el gran error que tenemos los artistas, que creemos que somos bajados del seno de Dios, que somos ángeles, que somos inspirados por la musa; pero resulta que hay que pagar el arriendo y los servicios, todo común y corriente.

Hablando de su vivencia artística y de esta experiencia, ¿cómo elige los papeles que interpreta?

Ojalá fuera fácil, en todo Iberoamérica es complicado. No hay mucho qué escoger; gracias a Dios soy muy juiciosa y tengo mis gastos básicos cubiertos, pero hay poco trabajo y uno tiene rachas de trabajo seguidos. Hay momentos en los cuales tengo que elegir qué es más grande: mi necesidad intelectual de estar en un proyecto que no me llame tanto la atención o mi necesidad económica... así de simple.

¿Qué busca como actriz en los papeles que acepta?

Esa variedad, no estar encasillada, aunque con esta cara no me ponen de mala. Me fijo en que el personaje sea una exploración para mí como actriz.