Antonieta Gómez anto@bbb-media.com
“Mantudos” fue el primer nombre de las mascaradas o payasos en el país. En enero del 2011, y luego de una exhaustiva búsqueda, creé estas figuras a partir de las referencias que encontré: la Giganta, el Gigante, el Cuijen (como se conocía al Diablo o Pisuicas) y la Ñata (la Muerte, la Pelona). En la búsqueda de información empecé por el Diablo. Una representación que me gusta en particular es la de Pedro Arias, reconocido mascarero escazuceño. Poco a poco aparecieron bibliografía y algo de material audiovisual.
Hace cinco años empecé a buscar informaciones, y luego resumí y publiqué reseñas en las etiquetas y los empaques de los productos que elaboro. Siempre boceteo, pero mi estilo me encamina a crear digitalmente diseños pues suelo trabajar líneas con un grosor definido, puntos Ben Day y semitonos. A partir del boceto inicial, se me facilita la inclusión de estos elementos con ayuda digital.
Soy muy metódica y simétrica, por lo que trabajar a “mano libre” me frustra; así que elijo bocetar en papel y luego perfeccionar bordes, grosores y líneas en la computadora.
Para Los Mantudos , yo había hecho un par de bocetos previos, pero tenía una idea muy concreta cuando me senté a trabajarlos. Lo más difícil fue encontrar referencias específicas, para no improvisar. No quería solo hacer mi versión de las mascaradas, sino crear iconos que fueran fácilmente reconocibles para quien sepa la tradición, y atractivos visualmente para quien no esté familiarizado con ellas.
El desarrollo de estos personajes fue un excelente ejercicio porque mi estilo gira en torno a la señalética y la simbología.
Puse a Los Mantudos en tazas de cerámica para medir su aceptación. Luego incorporé más objetos utilitarios que me sirvieron para participar en una actividad realizada por el Consulado en Miami. Hice un receso de un año viviendo en Panamá; al retornar, participé de ferias de diseño y de la gran oportunidad de estar en la Feria Internacional de Diseño y en los Espacios D15.
La principal influencia en este diseño y mi gran epifanía fue conocer un segmento de Richard McGuire para la película animada Peur(s) du noir . Entonces terminé de convencerme del camino que debía seguir; además, me inspiré en diseñadores que admiro, como Gerd Arntz, Otl Aicher, Lance Wyman.
El estilo que empleé fue algo arriesgado pues las mascaradas se relacionan con movimientos y colores, pero usar la simetría más el blanco y el negro –con acentos en rojo– dio un giro a la representación. Este giro era un tema sin explorar para quienes gustan del diseño minimalista.
Con esa elección intenté hacer un link entre las máscaras de antaño y las referencias fotográficas que generalmente se ven en blanco y negro, a pesar de que originalmente tuvieran color.
Todos los personajes carecen del orificio por donde la persona ve dentro de la máscara porque quise desprender el factor humano, dejar solamente la figura que representan y no causar mucho “ruido” visual. Más adelante incorporaré otro juego de mantudos, como el “Polecía”, la Bruja, el Jupa de Tornillo y los Enanos (son cabezudos como el Cuijen y la Ñata).
Mis productos se elaboran en pequeña escala junto con los de otros microempresarios y pueden conseguirse en la fanpage de Facebook Los Mantudos , el MADC, Patria Café, Casa Dominga y el Hotel Villa Los Candiles.