Allan Naranjo: ‘En Costa Rica hay un techo en el aprendizaje del flamenco’

Sueño cumplido El tico viajará a España para recibir clases en una reconocida academia de este baile. Estará en esas tierras por un año

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Allan Naranjo cumplirá una de sus metas: el 4 de setiembre viajará a Sevilla, España, para formar parte de la Academia de Flamenco Manuel Bertanzos .

Allí, el bailaor costarricense –dueño de Allan Naranjo Escuela de Flamenco – recibirá clases durante un año, en donde se capacitará con profesores de alto nivel.

“En Costa Rica hay un límite, hay un techo en el aprendizaje del flamenco. Como uno no se puede desactualizar en esto, toca buscar capacitaciones en otros países y qué mejor que hacerlo en la cuna de este baile”, dijo el tico, de 26 años.

Sin embargo, para alcanzar esta meta, Naranjo tuvo que trabajar muy duro para conseguir el dinero, porque, por más que quiso, no consiguió ninguna beca.

“La anualidad en la escuela vale 600 euros (unos ¢450.000). Eso me incluye cuatro horas diarias de clases de lunes a viernes, si quiero obtener más capacitaciones por fuera, debo de pagarlo por aparte. Eso sin contar los otros gastos de uno.

”Tuve que ahorrar mucho, a veces veía que sería una meta lejana a cumplir y vea, ya estoy a la vuelta de la esquina de irme”, comentó.

Además de los talleres que tomará, el tico está emocionado porque días después de su arribo a tierras españolas, comenzará la Bienal de Flamenco de Sevilla .

“Ese es el encuentro más importante y se verán muchos espectáculos impresionantes. Será una experiencia maravillosa”, apuntó.

El bailaor abre las puertas también a cualquier oportunidad laboral que llegue a sus manos.

“Sería muy pretencioso ir pensando en eso porque la situación laboral de España es muy complicada, pero, si pasa, bienvenido será. Bailar en una compañía de allá es un lujo”, comentó.

Lo que deja atrás. Aunque se va por un año, Allan aseguró que lo más difícil es dejar su escuela.

“En este tiempo, quedará en manos de la bailaora Roxana Rodríguez y sé que ella lo hará muy bien. Pero esto es como dejar a un hijo recién nacido, da nostalgia (risas)”, comentó.

De todas formas, Allan estará muy pendiente de lo que suceda en su academia. “Voy a hacer teleconferencias para ver las clases, así que voy a estar presente”, concluyó.