15 salones en Costa Rica para nunca parar de bailar

¿Quiere moverse al ritmo de la salsa, el merengue, la bachata o el bolero y no sabe adónde ir? Viva Tiempo Libre le cuenta en cuáles sitios puede ir a limpiar la pista

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Es sábado, día de fiesta. Como siempre, las amigas Diana Martínez, Paola Vega, Fiorella Brenes y Alexandra Corella intercambian mensajes de texto para organizar la pachanga de esa noche.

Lo que sí estaba claro es que ellas no querían ir a un bar de electrónica ni de charanga. Buscaban algo diferente y ahí floreció la idea de ir, por primera vez, a un club de música tropical.

¿Cuál será el mejor salón?, fue la pregunta que surgió ante la poca –o ninguna– experiencia de las chicas. Vestidas y alborotadas, se dieron a la tarea de buscar ese sitio, que, al final nunca encontraron. ¡Lamentable!

Por eso, para evitar que a usted le suceda lo mismo, Viva el Tiempo Libre hizo una lista –apoyada en los criterios de Mario Zaldívar y Hugo Salas, investigadores del tema– de los 15 mejores salones de baile de la Gran Área Metropolitana, a los cuales se debe de ir una vez en la vida.

Infaltables. El recorrido empieza en San José, específicamente en Desamparados. Allí está el Rancho Garibaldi, que tiene 40 años de existir. Al abrir sus puertas, es incontenible la fiesta que de ahí surge.

Este salón está abierto de viernes a lunes y, como parte del repertorio, ofrece, en algunas ocasiones, hasta cinco orquestas por noche. Las agrupaciones que suelen estar en el escenario de ese salón son la Orquesta Sensación, la de Érick Sánchez y su orquesta, la de Charlie Rivera y la Sonora Azteca, entre otras.

Esa variedad musical tienta a los bailarines de corazón. “Al poner tantos grupos, quienes vienen se divierten de principio a fin. Eso les gusta y hace que siempre quieran venir”, dijo Misael Gamboa, encargado de agenda del lugar.

En el Rancho Garibaldi caben aproximadamente 800 personas; ofrecen parqueo privado, comida y, sobre todo, una pista de baile muy amplia. La entrada cuesta ¢2.500.

No muy lejos de allí, en Paso Ancho, está Casa Zeller. La actual administración tiene ocho años y, sin duda, es uno de los salones de baile más importantes del país.

La salsa tiene un lugar importante en este local, pero no por eso dejan por fueron ritmos pegajosos como la bachata y el merengue.

La Orquesta Son Mayor es la agrupación de la casa, pero, cuando esta tiene otros compromisos, trabajan con La Solución u otros grupos reconocidos, que se encargan de hacer de cada evento un llenazo.

“Casa Zeller mantiene los mejores grupos tocando, siempre innova y eso nos hace estar vigentes. Damos un buen servicio, tenemos dos chefs y buenos precios”, explicó William Giralt, administrador de ese local, que tiene una capacidad máxima de 500 personas.

Este salón tiene su pista disponible los viernes y sábados, de 9 p. m. a 2 a. m. La entrada cuesta ¢4.000.

En el centro comercial El Pueblo, hay otro popular local: Fiesta Latina. El nombre resume lo que ahí se puede hacer.

Todos los viernes y sábado tienen música de cabina; los domingos la pachanga la arma un grupo en vivo.

Por eso, no es de extrañar, que el domingo siempre sea su “día fuerte”, como señala Ivannia Calderón, asistente administrativa del local. “Las orquestas siempre jalan mucha gente y como tenemos una en ese día, entonces esto se llena completamente”, agregó.

Por lo general, añadió, las personas que asisten a este local son mayores de 40 años; pero también son bien recibidos jóvenes que estén deseosos de conquistar con sus pasos la pista de baile.

“Acá viene mucha gente de academias de baile y ellos se ponen a hacer coreografías; es bien bonito. En fin, acá se pone salsa, merengue, bachata, bolero. Es decir, de todo lo que pidan acá se les pone para que disfruten”, dijo Calderón. Si este es su ambiente, tome en cuenta que la entrada cuesta ¢3.000.

Diagonal a ese centro comercial, está la discoteca Mojitos Dance Club.

Casi todos los viernes, la Orquesta Madera Nueva le pone la sazón a la pista de baile, mientras que los sábados la música está a cargo de un DJ de música tropical.

“Los dueños de salones de baile tenemos que entender que lo que la gente más disfruta son los grupos en vivo”, dijo Nicolás Fallas, administrador de ese club. El horario es de 8:30 p. m. a 2:30 a. m. los viernes y sábado. La entrada cuesta ¢3.000.

Otros más. Fuera de San José, hay salones que seducen a muchos de los bailarines del país. Solo en Heredia, hay unos cuantos que puede visitar.

Uno de los más importantes para los heredianos es Miraflores Disco Club, que queda en el puro corazón de esta provincia.

Es una de las discotecas más antiguas y con tal de mantenerse vigentes, atraen a los bailarines con eventos especiales y la presentación de grupo en vivo.

Miraflores abre de viernes a domingo de 8:00 p. m. a 6:00 a. m.

A unos cuantos kilómetros de ahí, está el Típico Latino, que tiene 50 años de existir. La buena música en vivo y el buen servicio al cliente que da lo convierte en uno de los favoritos de los costarricenses.

“Los domingos son los mejores días y llegan entre 200 y 250 personas. Esto se mantiene porque viene mucha gente mayor, no son tantos jóvenes los que vienen. Tenemos muy buenos precios”, contó David Espinoza, hijo del dueño del local.

En cuanto a la música, aseguró que tienen contacto con muchas orquestas. “La Solución, Son Mayor y otras más han pasado por aquí. Son orquestas que prenden a la gente y eso es lo que se necesita”.

Está abierto de jueves a lunes y el precio de la entrada varía dependiendo del día.

En Cartago, los salones de baile han ido desapareciendo poco a poco, pero aún hay algunos que están más vigentes. Picacho, por ejemplo, está en Paraíso de Cartago y los viernes tienen música en vivo.

Como también es restaurante, el horario es de lunes a sábado, de 11 a. m. a 10 p. m. La entrada es gratuita.

Ya lo sabe: los salones de baile y la buena música se confabulan para prender la pista y que su noche sea inolvidable. ¡A bailar!