Crítica de danza: Construcciones lúdicas

Amplio espectro Juegos de niños y situaciones riesgosas

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martaavila8@gmail.com

Para esta primera temporada de estreno del 2014, la Compañía Danza Universitaria presentó la obra titulada Deconstruxión , creada por los jóvenes coreógrafos Pablo Miranda y Mario López. Los responsables de la ejecución de la obra fueron Jimena Muñoz, Mainor Gutiérrez y los dos autores.

Este trabajo es atípico de lo que acostumbra presentar la agrupación universitaria, primero por la integración del elenco, en el que solo cuatro intérpretes intervinieron.

Además, el tratamiento de la temática no es anecdótica y tiende a ser más de carácter abstracto.

No obstante, la presencia de los personajes en constante interacción, generó múltiples acciones dramáticas que mantuvieron a los espectadores entretenidos y construyendo pequeñas tramas.

En algunos momentos, las imágenes producidas por los bailarines nos remitieron a la infancia y nos recordaron aquellos lugares donde cualquier estructura metálica es el espacio ideal para desafiar alturas y buscar equilibrios precarios.

Deconstruxión es una sucesión de episodios de exploración del movimiento con varios andamios como elementos coprotagónicos. La cualidad del movimiento tratado en estos capítulos fue demarcada por el ritmo de la música que les permitió a los intérpretes mostrar su destreza corporal y sincronía.

Durante los 60 minutos de duración, en ellos, se vio buen acople en todas las rutinas e interacción, dentro de una atmósfera intimista.

La obra posee un vestuario sencillo de corte cotidiano y funcional, que fue creado por el colectivo en el que prevaleció un cromatismo monocorde. Para la banda sonora, Gustavo Hernández realizó la edición de varias piezas musicales con diversos estilos compositivos que contribuyó a mantener en vilo al público.

Por otra parte, Mainor Gutiérrez intervino en varios aspectos medulares del montaje; primero lo vimos en calidad de técnico sonidista, luego de diseñador de iluminación, así como fotógrafo. En este sentido, cabe mencionar que la luz fue pertinente y eficaz, al otorgar a cada cuadro la ambientación requerida.

Este es el primer trabajo que le vemos a estos dos jóvenes coreógrafos, el cual resultó limpio en la ejecución, sin mucha pretensión más que la de explorar el movimiento e integrar los elementos de la escenografía, vestuario y la iluminación, los cuales fueron tratados con dinamismo y logrando sincronización en las escenas.

Es por eso que la obra está llena de fragmentos lúdicos de amplio espectro significativo.

Para los que no pudieron ver Deconstruxión , se mantendrá en cartelera hasta el próximo fin de semana, en el mismo teatro.