Por segunda vez, jóvenes bailarines y coreógrafos graduados de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional se hicieron acompañar de otros estudiantes para presentar los trabajos coreográficos que no habían mostrado al público.
El año anterior hicieron la primera convocatoria de MEI (Muestra Experimental Independiente) y utilizaron el espacio de Gráfica Génesis como su escenario para poder interpretar sus más recientes creaciones y así dar los primeros pasos hacia la vida profesional independiente.
Para el 2014, y bajo el nombre de MEI! En casa , organizaron ocho trabajos mediante los cuales experimentaron sobre varios temas que preocupan a esta nueva generación de creadores de la danza contemporánea.
El espectáculo es un mosaico en el cual el público debe transitar y estar atento dónde y cuándo se ejecuta la acción principal. De esta manera, las ideas de Yul Gatjens, Irene Araya, Daniela Vargas, Andrea Vezga, Laura Garrigues, Mariela Argüello, Adriana Villalobos, así como las de Christopher Díaz y Jorge Sánchez entretuvieron a una nutrida audiencia durante casi dos horas.
La mayoría de las obras tienen bandas sonoras con piezas de diferentes compositores y estilos, vestuarios alusivos a los temas tratados, y en cada una, se aprovechó las posibilidades arquitectónicas del lugar, con pocos elementos escenográficos y bañados de una luz efectiva.
Como diversa es la muestra, así son los enfoques interpretativos, y cada uno en sintonía con la temática tratada. Por ejemplo, Yul Gatjens, con su estreno Casa de locas , obliga a los personajes a asumir el tono burlesco al inspirarse en los efectos de la soltería.
En Irene Araya se ve un enfoque más dirigido a lo dramático al asumir el tema del estereotipo de la belleza femenina en su solo Die-in-line . Lo lúdico está presente en el cuarteto de Laura Garrigues durante la ejecución de RaMaYuLa . Andrea Vezga se concentra en la potencialidad del movimiento al presentar el trío Dyr . Dentro del mismo estilo están los grupales Otrojo , de Daniela Vargas; y Brío creado por Mariela Arguello y Adriana Villalobos.
Por su parte, Christopher Díaz, en la videodanza Morfo , combina cuatro realidades muy distintas en las que el movimiento es el Leitmotiv que le da sentido y unidad, al poner a interactuar el ambiente natural con los bailarines.
Finalmente, Jorge Sánchez estrena el quinteto masculino denominado Bastardo Tabacaleña, y se enfrenta al tema de las presiones sociales y los patrones a seguir, y obliga a sus cocreadores a ejecutar los movimientos con cualidades diferenciadas en las cuales se aprecia desde lo lírico hasta llegar a la parodia.
De estos trabajos se puede señalar que algunos están en proceso y otros bien resueltos, pero todos permiten a sus intérpretes el fogueo ante el público y eso ya es ganancia.
Los organizadores deben cuidar detalles en el manejo del público, así como lograr mantener la estructura desde el inicio hasta el final sin que se genere una sensación caótica. Al concluir, los participantes recibieron un caluroso y prolongado aplauso en señal del buen trabajo realizado.