Crítica de cine: 'Isla de perros'

He aquí un filme que alcanza el grado de genial, dirigido por Wes Anderson y en favor de la amistad-amor

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Llega un filme animado de excelente núcleo argumental, con la minucia del mejor reloj de arena, porque con sabiduría narrativa va depositando los elementos de una historia muy bien estructurada: nunca lineal, siempre inteligente.

Se trata de la película Isla de perros (2018), del director Wesley Mortimer Wales Anderson, o sea, Wes Anderson. El diseño de personajes animados es puntual, con la gravedad que implica el mundo caricaturesco como espejo de la realidad.

Así, disfrutamos de un planteo de situaciones que nos desborda a cada secuencia, donde la “normalidad visual” del cine está rota de manera astuta. Si eso sucede, ¿qué de los diálogos? ¡Puro Wes Anderson!: tan lógicos como lo permiten las condiciones ilógicas de los acontecimientos y, por eso, no solo graciosos, sino conductores ocasionales del relato, al igual que la palabra deviene expresión material del pensamiento.

Isla de perros es más que una simple parodia, es más bien una sátira sobre el abuso del poder humano sobre los animales, en este caso sobre los fieles perros. Wes Anderson mira esa realidad con odio para llenar su trama de amor por los perros abandonados en una isla que es también un vertedero (parábola en favor de los marginados sociales y en contra de la injusticia).

Sucede en un Japón distópico, en Megasaki, con un dictador tan estúpido como corrupto. Los perros abandonados en la isla pierden su más sensible deseo: el de volver con sus dueños amados.

Es cuando aparece Atari, niño de 12 años, quien se rebela con tal de encontrar a su perro. Atari es una especie de profeta que predica en el desierto, pero capaz de sacudir piedras, por lo que la manada perruna lo seguirá.

En la trama, las volteretas del relato o puntos de giro nos van a emocionar y la estética de la película, creativa, será consustancial al propósito del filme: alucinarnos, hacernos amar a los perros y hacernos sentir personajes del mundo narrado.

Solo la genialidad de directores como Wes Anderson es capaz de maravillas tales con el cine y hacerlo de manera tan equilibrada y puntillosa, especie de moderno manierismo que, de forma vanguardista, se permite recordarnos los refinamientos del Renacimiento tardío.

Su arte es ahora el de la animación figura por figura, lo que llaman “stop-motion”, más alguna animación tradicional. De verdad que películas como Isla de perros le dan a uno el gustazo de ser crítico de cine, de ser interlocutor privilegiado entre un filme y su público.

Como tal les digo: no se pierdan esta joya de película, aunque les parezca “freak”, que sí, genial también en lo extravagante.

Ficha técnica

Título original: Isle of Dogs

Estados Unidos, 2018

Género: Animado

Director: Wes Anderson

Elenco: Animado

Duración: 101 minutos