Costarricenses respondieron con sorpresa y euforia ante libros perdidos

Gran cantidad Gente de todas las edades, universitarios y empresas liberaron cientos de publicaciones de diversas temáticas

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“Esto pertenece al Club de los Libros Perdidos (de Costa Rica). Por favor, piérdalo de nuevo en la próxima entrega”. Justo eso fue lo primero que leyeron los ojos de Julio Barquero cuando abrió el libro Diagnóstico por el iris , del autor Victor Davidson.

De esta manera, él, de 41 años y es escritor, se enteró de que el texto que tenía entre sus manos pertenecía a la Cuarta Liberación Mundial de Libros, que se realizó el viernes en varios países, entre ellos Costa Rica. Esta actividad consiste en perder voluntariamente una obra, con el fin de que otra persona lo encuentre y se lo devore.

Tras leer aquel mensaje que escribió el antiguo dueño en la primera página de ese texto, Barquero dijo: “Por supuesto que lo voy a leer y también lo voy a liberar en la próxima actividad de estas, para que más gente lo lea”.

No contento con llevarse a casa ese libro, que se encontró en la plaza de la Cultura (lugar en donde varios estudiantes de la UCR y la Ulacit liberaron 80 libros), tomó otro y fue así como se marchó con una gran sonrisa.

Involucrados. Como él, muchos ticos llenos de curiosidad y algunos con pena por llevarse, sin pagar, las obras, disfrutaron de este gran movimiento que es impulsado internacionalmente por el Club de los Libros Perdidos .

Victoria Ordoñez, otra lectora, aseguró que está muy contenta por formar parte, por primera vez, de esta actividad.

“No sabía mucho de cómo era esto. Sí había escuchado de esto, pero no sabía que era hoy. Cuando vi esta locura, decidí unirme y ver cuál libro me puedo llevar”, comentó la mujer, vecina de Santo Domingo de Heredia.

Ella agregó: “Esta actividad me gusta bastante porque le permite a la gente que no tiene dinero para comprar libros, leerse algo”.

En otros puntos del país, gente de todas las edades busco en sus casas, escogió a sus favoritos y se fue a dejar obras literarias en los más variados sitios, con el objetivo otro lo pudiese hallar.

Muy apuntados. El buen ambiente que se vivía en San José también llegó hasta la Plaza Real Cariari (Heredia): allí, unos lectores se acercaron para liberar y otros para llevarse alguna publicación entre manos.

Ivannia Fumero, gerente general del centro comercial, dijo: “Estamos muy contentos por la gran respuesta de la gente, ya que nuestra idea es fomentar el interés por la lectura y hoy nos dimos cuenta que a las personas les sigue haciendo feliz tener un libro en sus manos”.

Además de ese mall , la Librería Internacional también se unió al movimiento internacional.

Gina Calderón, de esa tienda, mencionó que la empresa dejó 500 libros, de diferentes temáticas, en varios lugares. “Acá (plaza de la Cultura) dejamos unos 50 textos”, detalló.