Tras su muerte, los pulgares del crítico de cine Roger Ebert se alzarán en el cielo

Famoso crítico de cine murió ayer luego de perder la batalla contra un cáncer. Su arduo trabajo le dejó un premio Pulitzer y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood

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Con su ingenio agudo y gran conocimiento, el crítico de cine Roger Ebert se ganó y deleitó a millones de lectores durante 46 años. Empero, aquella habilidad que gustó a unos e incomodó a otros, se esfumó ayer con su muerte.

A sus 70 años, Ebert , quien era el crítico más famoso de Estados Unidos, perdió la lucha que tenía desde hace una década atrás contra el cáncer de tiroides y la glándula salival, según dijo el mismo periódico para el cual trabajó desde 1967 , The Chicago Sun-Times .

Eran tantos sus malestares, que hace tres días anunció en su blog que tomaría un descanso laboral. “Estoy recibiendo radiación tras un nuevo brote de cáncer. por esto, en este día de reflexión lo vuelvo a decir: gracias por acompañarme en esta aventura. Nos veremos en el cine”.

Por su parte, el diario escribió en su memoria que él “promovió la excelencia en el cine, mientras desacreditaba lo terrible, lo secundario o lo meramente mediocre”.

Huella. Además de su gran paso por la prensa escrita, él presentó programas televisivos, en los cuales su principal logo eran los pulgares en alza o a la baja. Y, aunque lo criticaban por ser un fiel seguidor de modas, su aval de “dos dedos arriba” era vital para saber cuándo una película era realmente buena.

Sus distinguidas y respetadas críticas y el arduo trabajo que realizaba día con día, lo convirtieron en el primer periodista en recibir un premio Pulitzer , en el año 1975.

En 2005, también recibió otro reconocimiento cuando se convirtió en el primer crítico de cine en tener una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Él no tenía grandes teorías ni intereses especiales, pero millones de personas alababan a aquel hombre parlanchín y corpulento con sus lentes negros. En otras palabras, lo que Ebert decía de las películas, se respetaba al cien por ciento.

Empero, a pesar de saber el gran poder que tenía sobre el público, él se consideraba “por encima de todas las cosas, un fan”.

“He visto un montón de películas y he olvidado la mayoría, espero, pero recuerdo aquellas que vale la pena recordar, y esas tienen un gran lugar en mi mente”, escribió Ebert en su libro Life Itself (2011).

Ebert escribió más de 20 libros entre los que destacan dos tomos de ensayos sobre películas clásicas y populares, I Hated, Hated, Hated This Movie , que eran una recopilación de algunas de sus reseñas más ácidas.

Gran luto. Erick Fallas, crítico costarricense, aseguró que la muerte de Ebert era una pérdida muy sensible. “Desde hace 20 años lo sigo. Él escribía maravilloso. Para mí era, es y será un referente”, comentó.

Con él coincidió Mario Giacomelli , quien dijo :“Con su muerte, hay un antes y un después. Nunca lo conocí personalmente, pero siento que lo conocí de toda la vida. Era un referente. De hecho, desde que recuerdo, he leído sus críticas. Es muy triste”.