Tim Burton revive a Frankenweenie y ofrece una parte de su infancia

Aventura animada La historia de Víctor Frankenstein y su mascota Sparky, refleja en sus entrañas recuerdos del famoso cineasta

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LOS ÁNGELES. AFP. Siete años después de la cinta El cadáver de la novia (2005), Tim Burton regresa a la animación con Frankenweenie , filme decididamente autobiográfico en el que el cineasta se sumerge en sus recuerdos de infancia.

Bajo esa inspiración, el famoso y muy particular realizador estadounidense crea un bello homenaje al cine y sus monstruos.

La película, que se estrena mañana viernes en Costa Rica, encuentra sus orígenes en el cortometraje del mismo nombre, filmado por Burton en 1984, cuando trabajaba como animador para Disney.

Por ironías del destino, este primer Frankeneweenie provocó que Burton fuera despedido de los estudios creadores de Mickey, pues pensaron que el universo del cineasta era demasiado sombrío y espantoso para el joven público.

Sin embargo, algunas décadas más tarde, y luego de que Burton hiciera ganar a Disney una fortuna con su versión de Alicia en el país de las maravillas – $1.020 millones en ingresos mundiales – el estudio le dio carta blanca al cineasta para trabajar en Frankenweenie .

La historia no ha cambiado: Víctor Frankenstein, pequeño niño solitario y apasionado de la ciencia, ve morir aplastado por un auto a su perro Sparky. Inspirado por los cursos de física de un profesor excéntrico, consigue devolverle la vida al animal.

Es un milagro que Víctor no podrá disimular durante mucho tiempo, especialmente ante sus compañeros de clase, tan curiosos como celosos de su logro.

Muy personal. Burton reconoció que en Frankenweenie todo “es personal” y que el filme está basado en muchos recuerdos, por ejemplo en sus relaciones con sus compañeros de clase.

“Crecí con la impresión, probablemente compartida por numerosos niños, de que estaba solo, que nadie me comprendía, que me encontraban diferente. Y sin embargo, yo me consideraba una persona normal. No tenía la impresión de ser un tipo extraño”, expresó.

Con el filme, Burton también rinde homenaje a los filmes de terror, a los monstruos y actores que lo ilusionaron durante su infancia en Burbank, barrio en las afueras de Los Ángeles.

Le hace honores a Frankenstein con un Sparky surgido de entre los muertos y remendado por todas partes, pero también a Godzilla y a actores como Boris Karloff y Peter Lorre, de quienes encontramos reminiscencias en ciertos personajes de la cinta.

El arte. Efectivamente, la historia de Frankenweenie (2012) es similar a la original. Sin embargo, el cortometraje fue rodado con tomas reales; en cambio, la nueva versión larga fue realizada en stop-motion (animación cuadro a cuadro), en blanco y negro, y en tercera dimensión.

“Hacía falta que fuera en stop-motion y en blanco y negro. Es difícil de explicar, pero eso hace la película más emotiva”, afirmó Burton en la presentación del filme en Anaheim, al sur de Los Ángeles.

“Eso era tan importante para mí, que si el estudio hubiera querido hacerla en color, habría renunciado al proyecto”, añadió.

La técnica de stop-motion , ya utilizada por Tim Burton en El cadáver de la novia y en The Nightmare Before Christmas (1993), es una de las técnicas de animación más antiguas y más laboriosas del cine.

Los personajes se elaboran a partir de figuras muy pequeñas –se crearon más de 200 para el filme–, que se desplazan imagen tras imagen para recrear el movimiento.

“Hay algo de inmutable en el stop-motion : hace falta tener una figura y hacerla mover 24 veces para obtener un segundo de filme. Eso se remonta al origen del cine y es por ello que ciertas personas aman esta técnica”, explicó Burton.

“Hay un lado a la antigua. Es táctil, es concreto. Muchos de quienes trabajan en stop-motion aman el hecho que nada ha cambiado tecnológicamente desde la invención del proceso”, finalizó el cineasta.