Tatuajes de superhéroes: Relatos con tinta ‘geek’

Verdaderos fanáticos. La afición por los cómics es tal, que muchos no lo piensan dos veces para plasmarse, de forma permanente, a sus personajes favoritos

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Setiembre del 2012 fue el mes que dejó a José Mario Navarro en shock . Un día de tantos, encendió su computadora y se quedó frío al ver que le había llegado un correo de nada más y nada menos que Stan Lee, el más popular escritor de cómics de Marvel.

Todo comenzó como un regalo de cumpleaños que un amigo le hizo a Navarro por sus 22 años. Por aquella época, el argentino Tomás Carrizo hacía tatuajes, pero luego dejó el gremio para dedicarse a la publicidad.

Navarro, un admirador de Iron Man desde niño (dice que pese a que Tony Stark siempre ha sido un egocéntrico, alcohólico y mujeriego, siempre ha dejado de lado sus defectos para convertirse en el héroe que todos necesitan) decidió plasmarlo en la parte trasera de su hombro.

El joven tico había visto que muchos seguidores escribían y enviaban fotos al perfil de Facebook de Stan Lee , así que le envió una imagen de su reciente adquisición, aunque realmente nunca esperó lo que sucedería.

“Estoy muy agradecido por tu muestra de admiración. Cuando el trabajo de alguien llega a tocar el corazón del mundo, solo se desea seguir trabajando para agradecer a todos los fans.

”Será un honor poner tu tatuaje en mi Facebook”, le respondió el ícono de Marvel.

Desde entonces, el Iron Man diseñado por Carrizo está expuesto al mundo en la cuenta de Lee, con 4,3 millones de seguidores virtuales.

“De inmediato, me empezaron a preguntar que si era en serio y a comentarme. Yo estaba en shock , que haya elegido el tatuaje mío para subirlo fue sorprendente. Me quedé frío, no podía creer lo que estaba pasando”, recuerda Navarro.

Aunque probablemente sea el fiebre en suelo tico con la historia más sorprendente, no es el único que decidió colocar la fantasía a flor de piel.

Hace tres semanas, Daniel Ortega, profesor de Educación Abierta en la escuela de Hatillo 2, decidió estamparse a Harley Quinn y tres meses atrás, había acudido a un estudio para dibujarse al Caballero de la Noche. Para ese momento, llevaba ya otros 40 tatuajes.

“Todo el mundo tiene cuadros en su casa, figuras, fotografías... pero llevar lo que me gusta en la piel, para mí es ser una persona expresiva. Me gusta ese mundo y no tengo miedo de expresarme por medio de un tatuaje en mi piel”, admite.

El músico Javier Fernández (exvocalista de la banda Aúriga) es un admirador del artista Alex Ross, por lo que hace unos ocho años decidió rendirle homenaje al plasmar una réplica de Tango with Evil en su brazo derecho.

Su próximo tatuajes dará a Guasón y a Harley Quinn la compañía de Gatúbela y Poison Ivy.

Otro de los que fusionó su pasión por los tatuajes y los cómics en una sola es Gustavo Echeverría, a quien sus amigos conocen mejor como Logan.

El nickname surgió cuando entró a trabajar en el call center de una casa de apuestas y le solicitaron que se pusiera otro nombre, pues Gustavo resultaba muy complicado para los angloparlantes.

Fanático de Batman, solicitó ser llamado Bruce, pero ese nombre ya estaba ocupado por alguien más. Pidió Wayne, pero tampoco estaba disponible. Su tercera opción era el álter ego de Wolverine: Logan.

“Ahora casi que hasta mi mamá me dice Logan”, bromea.

Por supuesto, su primer tatuaje de superhéroes tendría que ser un tributo al X-Men que le dio su nombre, cuyas historietas coleccionaba desde la época del colegio, cuando costaban ¢375.

Se tatuó a Wolverine en un costado, a Predator en el pecho y una manga completa que contiene los rostros de Batman, Wolverine, Spawn (Image Comics), Kkyle Rayner (Linterna Verde), los transformers Grimlock Galvatron. así como Cratos, el dios de la guerra.

Por su parte, Randall García es una de esas personas que llevan el escudo de Superman junto al corazón, literalmente. La afición por el Hombre de Acero surgió por las idas al cine con su madre, aunque su personaje favorito es Batman.

De este último también tiene una imagen en tinta permanente, así como de su principal antagonista, el Guasón. Están en las partes internas de las pantorrillas, por lo que nunca dejan de verse cara a cara.

Hiram Cordero, del estudio 506 y uno de los tatuadores más reconocidos del país, asegura que, en su carrera, los personajes que más le han solicitado son Batman y Superman, y aunque parezca una hipérbole, lo que más le han pedido es la “S” de Superman.