¡Sí, un apretado! La fría y dulce tradición

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¡Upeeee!, doña María! –¿Tiene apretados (chiriviscos)? –Sí, claro, ¿de qué los quiere? – Me da dos de crema, por favor–.

Una auténtica tradición de pueblo son los famosos chiriviscos. Por esa razón, quizá le suene familiar el diálogo anterior; sencilla reproducción de lo que sucede en una casa con el siguiente rótulo: “Se venden apretados”.

Como chirivisco o apretado, se vende un helado casero cuyo contenido líquido no se vierte sobre ningún molde, sino que se empaca en una bolsita de 1/4 de kilo y se deja congelar.

De coco, fresa, maní, chocolate, crema, frutas, vainilla y hasta leche agria... Son muchos sabores los que pude tener un versátil y rico chirivisco. Tan variada es su oferta de sabores como la facilidad de su receta: a base de agua o leche.

“Es uno helados más fáciles de hacer, a los chiquillos les encanta; solo que ahora muchos no saben ni que existen. Los papás les compran helados en la pulpería”, dijo Kimberly Soto, quien vende chiriviscos en Cañas, Guanacaste.

Existen también de sabores más específicos, como el de rompope –con todo y guaro incluido–, así como los de chocobanano.

“Los de rompope eran fáciles de hacer. Yo hacía la base de chiriviscos de crema y, luego, simplemente le agregaba el guaro; era como un vaso por media olla de leche con crema”, dijo Digna Sánchez, vecina de Tilarán, que dejó de fabricarlos debido a una operación a la que fue sometida.

La receta de doña Digna era toda una sensación, casi todos los días tenía su corredor lleno de clientes –jóvenes y adultos– esperando por uno de sus helados en bolsita.

Luego, a Sánchez se le ocurrió batir el chocolate (cocoa) con un banano y creó otro de sus dos sabores estrella: el de chocobanano.

Otros que se le vendían bien eran los hechos a base de agua, con mora, fresa o frutas. Estos son los más sencillos de hacer, pues es cuestión de preparar un fresco de su sabor preferido y congelarlo en las bolsitas.

Lo tradicional es que el apretado de chocolate se prepare con cocoa; aunque hay recetas más sofisticadas en las que se derrite chocolate en barra para hacer la mezcla.

Los apretados de fresa pueden hacerse a base de agua, pero, si es en leche, se prepara con el polvo de fresa para hacer malteada.

Una tradición. Aunque cada día es más difícil encontrar los famosos apretados, aún hay señoras que conservan esa tradición en sus casas, ganándose unos cinquitos más para el hogar y saciando sin cesar los paladares de sus vecinos .

“A mí un día se me ocurrió hacer chiriviscos para la casa, y después se me ocurrió venderlos. No dejaba mucha plata, pero algo ayudaba a la economía hogareña”, explicó Sánchez.

Como alguna vez lo hizo doña Digna, en varios pueblos del país muchas amas de casa siguen saliendo de apuros con el negocio del apretado.

Si usted no conoce ninguna de ellas, quítese en el antojo en San Vicente de Moravia, donde podría solicitar unos apretados por encargo.

En esta comunidad, Teresita Varela, quien es la dueña de la Repostería Típica Tradiciones, es una amante de la cocina que decidió experimentar con ese tipo de helado y, además. agregarlo a su negocio de gastronomía típica.

“Una señora de Cañas, que vendía en su casa chiriviscos, un día me compartió la receta. Se la comencé a preparar a mis hijos y en una oportunidad los introduje en mi negocio. Ahora, sí la gente quiere, los puedo hacer por encargo”, dijo Varela.

Aunque para algunos puede ser una incomodidad o algo extraño la forma tan particular de empacar y comer el apretado (directamente de la bolsa) esos son precisamente algunos de sus atractivos.

“Hay gente que prefiere los helados de palito, pero para mí no hay nada como agarrarlo en bolsita, majarlo un poquito para que se derrita y, luego, comérmelo poco a poco por la puntita de la bolsa”, dijo Gloriana Ramírez, estudiante de colegio residente en Bagaces, de Guanacaste.

Para sus detractores, el apretado suele ser incómodo porque suele “congelar” las manos del comensal, al no tener de donde tomarlo. Nada que no se pueda resolver con una toallita seca de cualquier tipo.

Para Varela, el chirivisco es una receta de las abuelitas que, al compararlo con los helados criollos de palito, tienen un gusto muy especial.

“Se preparan casi igual, pero para mi comer el helado en bolsita es gratificante, tiene más gusto probarlo así. De hecho, creo que para los niños es más fácil de consumir de esa manera”, agregó la empresaria.

Bautizados como apretados por su apariencia y de chiriviscos por razones desconocidas, los helados en bolsitas son una tentación criolla, distinta y fácil de preparar en casa. Una delicia muy nuestra, apenas para endulzar las fiestas patrias.