Se develó el filme ‘Italia 90’: un escalofrío de nostalgia

El lunes, en el cine Magaly, al menos 15 exseleccionados del Verano Italiano revivieron la aventura futbolística de sus vidas. Con una nueva película, Miguel Gómez llevó su gesta a los cines, provocando risas e incluso lágrimas

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Mientras viajaba emocionado unos 24 años en el tiempo, el exmundialista costarricense Geovanny Jara puede rajar con que el cine ‘le pegó el color’ más grande de su carrera futbolística.

La cinta Italia 90 , que tuvo su premier el lunes en el cine Magaly, revela cómo el joven y advenedizo Jara perdió la cabeza por una bella ragazza y eso le habría costado su titularidad en el Verano Italiano, ese Mundial donde el fútbol tico escribió su página más brillante.

1. Junto a su familia, Claudio Miguel Jara gozó como nadie de la función. | MARCELA BERTOZZI (Damian Arroyo)

“Siempre me preguntaré qué habría sido de mi vida si hubiera jugado en el Mundial, si estaría aquí en este momento. Siempre me quedaré con eso, son lecciones que uno aprende en la vida”, dijo un Jara reflexivo en la butaca de cine, conmovido y apenas reponiéndose de la vacilada que le pegó su familia en cada escena del filme.

Pero como diría Mauricio El Chunche Montero, Jara no fue el único que salió ‘rascando’. La cinta mostró a un Claudio Jara inseguro pero luchador; a un Juan Cayasso firme pero agobiado por una familia que lo reclamaba a la distancia y, también, a un Róger Flores nada contento con el menosprecio deportivo hacia la Tricolor y las sorpresivas decisiones de Bora.

Era la de Italia 90 una Selección con espíritu y por eso la premier de la cinta estuvo marcada por la nostalgia y la siempre inmortal admiración de los fanáticos.

Hubo lágrimas, sonrisas, ovaciones y abrazos, ¡muchos abrazos! El Sol del Verano Italiano dio calor a un cine Magaly completamente lleno y henchido de orgullo.

El primer pase de Italia 90 fue, sin duda, una sacudida de intensos escalofríos.

La previa. Antes de iniciar la proyección de la película –que dirige el joven cineasta Miguel Gómez–, aquello parecía una reunión clásica de excompañeros de cole. Uno a uno, en las afueras del cine, los protagonistas fueron llegando a la cita cinematográfica.

Róger Flores, como buen capitán, fue uno de los primeros en llegar a la cita.

“Estar aquí, con todos los compañeros y ver tanta gente acá saludándonos, es como revivir las emociones de aquel momento. Es algo muy lindo”, dijo Flores, quien como en los viejos tiempos ponía la cara y atendía a la prensa.

El rudo de Héctor Marchena y el toro José Jaikel llegaron a tiempo para firmar los típicos autógrafos. Sobre todo llamó la atención quienes llevaron sus álbumes Panini de Italia 90 –en muy buen estado por cierto–, con la esperanza de que fueran firmados por sus héroes.

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“Es escalofriante estar aquí. De primera entrada lo más importantes es ver la multitud que vino a la película, que nos pidieran autógrafos y algunos hasta fotos. Nos trae grandes recuerdos”, expresó un risueño Chavarría.

Hermidio Barrantes, Marvin Obando, Roy Myers, Juan Cayasso, Rónald Gonzalez, German Chavarría, José Carlos Chaves y Alexandre Guimaraes, fueron otras de las figuras que, poco a poco, llegaron a la concurrida actividad.

Los temas musicales Lo daremos todocantado por los exjugadores en aquella época – y la clásica del Mundial , Un State Italiana , matizaron los minutos previos a la proyección de la cinta. Los escalofríos comenzaron a sentirse.

Los exseleccionados, en un sentido homenaje previo, fueron llamados al frente del escenario y la primera ovación de la noche se hizo escuchar en el Magaly.

“Esta película es el compromiso de un chiquito que siempre quiso ser uno de ustedes”, dijo un conmovido Gómez, recordando que hace 24 años le pidió a los exseleccionados que le firmaran un cuaderno de ALF y que eso lo marcó para siempre. Tenía apenas 7 años de edad.

“Ustedes sembraron en nosotros esas ganas de ser grandes, de pararse frente a un adversario que se supone es superior y traérselo abajo”, agregó el cineasta.

Todo estaba dicho. Comenzó la película.

Sentimiento. Sin caer en los odiosos spoilers , en esta ocasión sí se puede y es justo adelantar lo esencial de la película, todo aquello que en la butaca hizo vibrar a la audiencia y que sacó una que otra lágrima a los homenajeados.

En la cinta veremos a actores sorpresa, cómicas situaciones y mucho coraje revestido de realidad. Todos saben lo que pasó en el Mundial, pero pocos conocen lo que se vivió en la intimidad del camerino.

“Así fue”, aseveró Claudio Jara, quien además de recordar su ímpetu por ganarse la ansiada titularidad, fue testigo cercano del romance de Geovanny, su hermano.

Los dramas de cada futbolista, sus luchas internas y el ansia por superar las limitaciones que los hacían ‘chiquiticos’ ante el mundo futbolístico, se retratan con sensibilidad en la película.

En la cinta se narran intimidades que ni siquiera algunos exselecionados sabían de sus compañeros. “La cinta reproduce muy bien el espíritu que todos nosotros teníamos en ese momento. Retrata bien las situaciones personales de cada uno, algunas que yo admito desconocía”, expresó Alexandre Guimaraes.

uan Arnoldo Cayasso, autor del primer gol de Costa Rica en un Mundial, fue una de las figuras más solicitadas de la noche. Como en los viejos tiempos, el exjugador firmó álbumes Panini de Italia 90. (Damian Arroyo)

“Pero por lo que más vale la película es que da un nuevo grito de esperanza”, agregó el espigado exfutbolista, quien de cabeza sirvió el pase que hizo grande a Hernán Medford, en el 2 a 1 contra Suecia.

Con sorpresa y carcajadas, el público respondió ante la propuesta de Gómez. Las esperadas salidas de El Chunche, encarnadas por el actor Olger González, hicieron las delicias. Tampoco faltó el nudo en la garganta –cada diez minutos por lo menos–, en muestra fidedigna que el gesto heróico de Italia 90 hace de los corazones chocolate.

En el palco reservado para los futbolistas la cosa no era distinta.

“Ves Germán (Chavarría) lo que te dije”, “¿Se recuerda, Jaikel?”, “Esa parte esta buena”, se escuchaba en medio del cómplice silencio. Era la chota viva de los protagonistas, quienes nunca se imaginaron pasar a la segunda ronda de un Mundial y mucho menos ser la inspiración de una película.

“Yo estuve muy emocionado. Hubo momentos de risas y también de silencio. La cinta es motivante y nos recuerda la tristeza que nos embargó a no poder ver a nuestras familias”, agregó el futbolista.

Las luces del Magaly seguían oscuras cuando el público tuvo la oportunidad de hacer, una vez más, lo que tantas veces ha cantando en el corazón: los goles de Costa Rica en el Mundial. Los créditos regalan ese detalle, el éxtasis del fútbol.

“No tengo palabras para expresar esto tan bonito”, añadió Jara, asimilando lo que acababa de ver. No se movía del asiento.

Sin duda, el primer pase de Italia 90 revivió la emoción y el orgullo tico. Una gesta futbolera que el país espera se repita en Brasil dentro de escasos 15 días.

“¡Ojalá les sirva, que vean que se puede ser grande!” deseó Chavarría. La esperanza revive.