Como nunca sucede, a no ser que exista una escena sorpresa en los créditos de un blockbuster , quienes vieron Primero de enero el domingo en Plaza Lincoln no se levantaron de la butaca hasta que toda la seguidilla de nombres había terminado.
Uno podría pensar que Volver a comenzar , la canción de Debi Nova que acompaña los créditos era la culpable de tal hipnotismo, pero había otra razón.
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“Diay, yo y mi esposa no nos levantamos porque nos estábamos recuperando. Me conmovió mucho la cinta”, dijo Ernesto Aguilar, uno de los espectadores que estuvieron a punto de llenar la función de 5 p. m., en Cinépolis.
“Las imágenes de República Dominicana son bellas, la cinta es divertida y además trata el tema del divorcio de una manera muy especial”, agregó Aguilar.
Sumado a las excelentes críticas recibidas en la prensa nacional –obtuvo cuatro estrellas en la crítica de La Nación –, en redes sociales los comentarios sobre la película son alentadores.
“Es drama, pero cargado de mucho humor. Yo creo que la gente la va a disfrutar muchísimo. Es de las mejores cosas que he visto dirigido por una cineasta tica”, escribió Hellen Madrigal, en su muro de Facebook.
Para Bagnarello, que filmó Primero de Enero en República Dominicana porque obtuvo allí el apoyo y el presupuesto necesarios, el mayor halago a la cinta proviene de quienes se sienten “tocados” por el tema de fondo.
Primero de enero cuenta de Sebastián, un niño de 12 años que sufre por la separación de sus padres y que, para colmo de males, se entera que el amado piano de su papá ha sido robado. Junto a sus amigos, buscará el instrumento para traerlo de vuelta a casa antes del 1. ° de enero.
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“Ayer, por ejemplo, una persona me dijo que había pasado por una situación similar y que la película le había ayudado. Eso es lo más lindo para mi”, expresó Bagnarello por teléfono.
“El tema del divorcio y su impacto en los niños es común y mucha gente se puede ver reflejado en ello”, agregó la realizadora, quien reside en Los Ángeles.
Según datos de la distribuidora costarricense Romaly, durante su primer fin de semana en la cartelera tica, Primero de enero fue exhibida en 15 salas y vista por 3.579 personas.
Si se compara con el debut de Maikol Yordan de viaje perdido (56.357 personas en su primer fin de semana) se trata de un inicio bastante modesto, pero es claro que se trata de producciones con perfiles muy diferentes.
“Obviamente, yo quisiera que mucha gente vaya a verla. Sabemos que la competencia es dura, por Star Wars . Pero bueno, mi película es más humana, de menor presupuesto, pero siento que hay público que gusta de este cine y la está apoyando”, finalizó la cineasta.