Los Ángeles, California AFP La sucesión de fracasos de taquilla que han sufrido este verano varias superproducciones de Hollywood, pone en duda el sentido de las decisiones de los grandes estudios, los cuales ruedan películas de más de $150 millones a expensas de filmes menos caros, pero más rentables.
La taquilla estadounidense ha sido mortal para muchas películas en las que los estudios habían depositado grandes esperanzas.
La serie de calamidades financieras hollywoodenses comenzó el 31 de mayo con el estreno de After Earth , que recaudó penosamente $59 millones en Estados Unidos y Canadá, luego de una inversión de más de $130 millones, sin contar los gastos de mercadeo.
Y, como un efecto dominó, siguieron White House Down ($150 millones de presupuesto, $68 millones en ingresos), El llanero solitario ($250 millones en gastos de producción, $81 millones en ventas de taquilla) y Titanes del Pacífico ($180 millones invertidos y solo $72 millones recaudados).
Corona el desastre RIPD Departamento de Policía Mortal , que se estrenó el fin de semana pasado con una recaudación de $15 millones, y cuyos costos de producción ascendieron a cerca de $180 millones.
Al parecer, el director Steven Spielberg tenía razón cuando predijo en junio que habría una “gran crisis” del sistema actual de producción cinematográfica.
“Habrá una implosión en la que tres, cuatro, o tal vez media docena de películas de enorme presupuesto caerán en picada, y eso cambiará el paradigma”, advirtió.
Kathryn Arnold, productora y experta en la industria hollywoodense, atribuye estos fracasos, en parte, a la mediocridad de tales superproducciones. “Los estudios buscan llegar a la audiencia más grande posible y a veces creen que, para eso, tienen que simplificar la historia y multiplicar las escenas de acción, a fin de seducir al público no-anglosajón”, explicó.
“Los estudios tienen que aprender a no ser mezquinos con la historia cuando hacen una cinta de gran presupuesto”, agregó.
La productora pone como ejemplo Rápidos y furiosos , Guerra mundial Z y Iron Man 3 , tres filmes de gran presupuesto que sí han logrado una estupenda recaudación de taquilla.
“Las superproducciones son indispensables para levantar la taquilla”, dijo Jeff Bock, analista de Exhibitor Relations, que rastrea cifras de la industria. “Nos guste o no, los deslucidos resultados de estos filmes originales seguramente lograrán que Hollywood siga rodando en torno a secuelas ya establecidas”, añadió.
Sin embargo, casi ninguno de los fiascos de este 2013 han sido secuelas.