Película tica ‘Tengo Sueños Eléctricos’ pondrá a Costa Rica a soñar con el Óscar y el Goya

Después del éxito que ha tenido en festivales y salas de Europa y Asia, el largometraje de Valentina Maurel fue seleccionado para buscar una posible postulación en ambos certámenes

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La película Tengo sueños eléctricos, una de las producciones nacionales más aplaudidas en la historia de la cinematografía tica, fue seleccionada para buscar un cupo en las nominaciones de dos de los certámenes cinematográficos más destacados del mundo.

El filme buscará un espacio en la 96ª edición de los Premios Óscar en la categoría de Mejor Película Internacional. Estos galardones, que se entregan anualmente en Los Angeles, son otorgados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

También buscará ser tomada en cuenta como finalista para la 38ª edición de los premios Goya, en la categoría de Mejor Película Iberoamericana. Esta competencia es organizada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

El filme de Valentina Maurel enfrentará una ardua fase de preselección contra largometrajes de todo el planeta. Jurados internacionales se encargarán de elegir, dentro de todos estos títulos, cinco finalistas tanto para los Premios Óscar como para los Goya.

La selección del largometraje fue anunciado este miércoles 4 de octubre por el Consejo Nacional de Cinematografía del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, ente adscrito al Ministerio de Cultura y Juventud.

“Me enorgullece mucho representar a Costa Rica como candidata en estos dos prestigiosos certámenes debido al contenido de la película, que no pretende idealizar la realidad, sino abordar temas sensibles que considero cruciales para el crecimiento de nuestro país”, comunicó Maurel, directora de la película.

“Además, me llena de satisfacción porque esta película es el resultado de un esfuerzo colectivo que involucra el talento de numerosos costarricenses. Me alegra enormemente que el trabajo de todos sea reconocido de esta manera”, agregó la cineasta.

Sobre el filme

La película, ambientada en Costa Rica, sigue a Eva, una adolescente de 16 años que no soporta que su madre divorciada quiera remodelar la casa y deshacerse del gato, el cual orina por todas partes.

Eva quiere desesperadamente mudarse con su padre quien, desorientado como el gato, experimenta una segunda adolescencia. La relación entre ambos sucede en escala de grises: a ratos se quieren, a ratos se odian.

Si bien Maurel ha dicho una y otra vez que la película no es autobiográfica, cuenta que la inspiración del filme deriva de la angustia emocional que puede vivir un adolescente en Costa Rica.

Valentina propone en su película profundas reflexiones sobre las relaciones familiares y el paso hacia la vida adulta.

“Para mí era muy importante que se sintiera como una historia honesta. Cuando vine a filmar San José, tras muchos años de estar fuera del país, vi que a nivel de rodaje me servía retratar ese caos que suele haber, de siempre estar en carro para recorrer la ciudad y quedarse viendo en la ventana al mundo. Yo espero que la gente pueda verse en pantalla”, explicó la cineasta previamente a Viva.

En noviembre del 2022, la película tuvo su estreno en el prestigioso Festival de Locarno de Suiza, donde ninguna otra producción nacional había tenido cabida antes.

Desde allí, el palmarés no ha hecho más que crecer: no le bastó ser la primera película tica en estrenarse mundialmente en dicho festival europeo, sino que también ganó los premios de mejor dirección, actriz y actor.

Además, en el connotado Festival de San Sebastián, en España (país donde por cierto se estrenó en 40 salas, todo un hito), ganó el galardón de mejor película latinoamericana.

En el Festival de Mar del Plata, en Argentina, ganó la selección oficial en la competencia iberoamericana y en el Luxemburgo City Film Festival obtuvo el Grand Prix. Finalmente, conquistó otros nueve premios internacionales en países como Grecia e India.