Nuevo filme retrata a un fascinante Limón donde la gente se mueve diferente al caminar

‘Aquí la gente cuando camina baila’ es una videodanza documental que se estrena este domingo por Youtube. La cultura afrocaribeña, su pasado y su singular forma de hacer arte son la esencia de la película.

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Limón tiene alma, vida y sentimientos propios. Es un conglomerado social por sí mismo, una escultura de cotidianidades que el arte puede desnudar de la forma más sublime.

Eso lo sabe Esteban Richmond, director de Aquí la gente cuando camina baila (Waak an Danz, 2020), una videodanza documental que se filmó en el 2016 en la provincia caribeña y que se estrenará este domingo, a las 6 p. m, por la plataforma de videos YouTube.

De forma gratuita, al ver el filme, usted podrá romper la cuarentena, olvidarse del estrés y hacer un placentero viaje a la orilla del mar, justo donde “un cuerpo germina entre la arena y el cemento”.

“Con su danza, ese cuerpo camina a través de una comunidad de artistas, compartiendo un retrato sensorial de su identidad limonense en la costa Caribe de Costa Rica. Región colorida, cálida y tempestuosa, que resiste con el fuego de los tambores, la herencia ancestral afromestiza y las diversas formas de vivir la danza. Un lugar donde la gente cuando camina baila”, detalla la sinopsis oficial del filme.

Aquí la gente cuando camina baila es una pieza audiovisual que entiende la danza como arte que acompaña al ser humano en su vida cotidiana.

“El arte no solo está en el teatro. Todos hacemos arte cuando nos movemos durante el día y, en realidad, todos somos arte”, explicó Richmond.

“En Limón, por razones étnicas, históricas y ambientales, la gente se mueve muy diferente al resto. Se mueve distinto cuando caminan, cuando cocinan. Hay arte cuando preparan un rice and beans o cuando están en el barrio, ponen música y se ponen a bailar”, agregó el director.

Para retratar esta realidad, que a veces pasa desapercibida, Richmond y el grupo artístico Tierra Púrpura siguieron el caso de al menos 20 personajes de esa provincia, quienes una a una les fueron mostrando su forma diaria de hacer arte.

A cada uno de ellos se les estimuló con algún elemento de su realidad, con el objetivo de que se explorara a sí mismo y se pudiera expresar de la mejor manera.

Por ejemplo, Aquí la gente cuando camina baila compartirá el caso del coreógrafo Claudio Taylor, un personaje del filme que encontró su vínculo con el arte explorando toda su herencia ancestral y el contacto milenario con la naturaleza que lo rodea.

“A Taylor, por ejemplo, se le estimuló con arcilla y colores. Él, al final, optó por expresar toda la herencia ancestral que se activa en su cotidianidad y que lleva en sus genes”, dijo Paola Jinesta, productora creativa de la singular videodanza.

“Otros estímulos e intervenciones se hicieron en espacios públicos, donde cada uno de los personajes iban construyendo su espacio, su discurso, desde diferentes aristas”, agregó.

Para captar en imágenes estas expresiones, Aquí la gente cuando camina baila se rodó en locaciones emblemáticas de Limón, como en algunas zonas bananeras, el Parque Vargas, Cahuita, el arrecife de coral del playa Piuta y el Parque Los Baños, entre otros lugares.

La cinta fue filmada con cámaras Sony A7 y Canon 60 D, por lo que el público tiene garantizada una experiencia audiovisual de gran calidad.

Singular hechura.

Aquí la gente cuando camina baila es un rompecabezas. No sigue una estructura lineal, por lo que conforme avanza el filme el director arma su narrativa con lenguajes audiovisuales que fluyen y armonizan entre sí.

La película, sin llevar un orden específico, se nutre de videodanzas cotidianas, las cuales se dan de forma natural en reuniones familiares y grupos de jóvenes. Se muestran también “danzas máximas” –que fueron preparadas para la ocasión– y otros momentos fílmicos en los que se ve a los protagonistas ensayando o compartiendo entre ellos.

“Todos esos momentos se diluyen. Al principio nosotros los habíamos estructurado en el filme en tres momentos, pero luego de varios procesos de retroalimentación decidimos que todo quedara entremezclado. El filme tuvo al menos cuatro cortes distintos, antes de terminarlo” comentó Richmond.

De hecho, el corte definitivo de la película responde a la capacitación que recibió Richmond en el 32.° Festival Internacional de Cine de Guadalajara (2017), donde fue incluido en el programa DocuLab.

En el conglomerado del filme, por supuesto, la música también es clave. Varios compositores de Limón, con el liderazgo de Andrés Cervilla, fueron los encargados de darle sonido y ritmo autóctono a las danzas.

Aprobación limonense.

En julio del año pasado, Richmond respiró tranquilo. En una función de preestreno, en Limón vieron Aquí la gente cuando camina baila y para alegría del cineasta recibió el visto bueno.

“Para mí ese era era público más difícil. Era la misma comunidad y sabía que sería exigentes con lo que vería”, recordó Richmond.

“Me dijeron que se veían retratados, no desde una mirada externa que manipula, sino desde una naturalidad limonense, que los hace sentirse orgullosos. Incluso mencionaron que era importante que el filme lo vieran los más jóvenes, para lograr una revalorización de la identidad local”, agregó.

Una identidad que tiene un pasado asombroso –lleno de coraje, riqueza cultural y también de una injusta violencia–. Todo, sin pretenderlo, “carga los cuerpos” de los limonenses y los convierte en quienes son.

CORTO SORPRESA (RECUADRO)

Aquí la gente cuando camina baila inicia con una sorpresa animada. Se trata de un cortometraje que cuenta la historia del ‘Sinkit’, un ritmo carnavalesco casi extinto en Limón. Poco registro hay en Limón, pero se cuenta que llegó por el mar en la memoria corporal de un abuelo de la familia Callimore. El animador Juan Antonio Apéstegui –inspirado en bellas ilustraciones de Anita y la pieza Danza de Zorritos del grupo Amarillo, Cian y Magenta– creó este aperitivo audiovisual.