Metro-Goldwyn-Mayer: 90 años de rugir y también maullar

Fundada en 1924, la Metro-Goldwyn-Mayer se convirtió en la creadora de algunas de las mejores películas de la historia. Sin embargo, su paso arrollador mermó con el tiempo, probó la hiel de la bancarrota y ahora pelea por recuperar su brillo

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Tras superar una bancarrota que casi lo tira a la lona y aferrado a las franquicias de mayor éxito en su historia, el estudio de cine Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) cumplió el miércoles 90 años.

El estudio del león rugiente apagó velitas; eso sí, muy lejos de su pasado glorioso, cuando cada año, entre 1928 y 1954 al menos uno de sus filmes estuvo nominado al Óscar como mejor película.

Fundado el 16 de abril de 1924, al fusionarse Metro Pictures, Goldwyn Pictures y Louis B. Mayer Productions, MGM produjo inolvidables clásicos como Lo que el viento se llevó (1939), El Mago de Oz (1939), Ben-Hur (1959) y West Side Story ( 1961), entre muchos otros.

“Su lema lo decía todo – Ars Gratia Artis (arte por el arte mismo)–, querían hacer los filmes más asombrosos y lo lograron con algunas cintas que jamás se volverán a repetir. Intentaron rehacer Lo que el viento se llevó pero no, el proyecto se cerró, no se pudo”, dijo Luis Carcheri, de la distribuidora Romaly.

Actualmente, luego de mitigar un déficit económico que en el 2010 alcanzaba los $3.900 millones, MGM ha vuelto a respirar con imponentes sagas, unas con recorrido como James Bond y otras de reciente nacimiento como El Hobbit .

Solo con esas dos franquicias, MGM ha ingresado a sus arcas unos $3.000 millones en taquillas. Los filmes Skyfall (2012), El Hobbit: un viaje inesperado (2012) y El Hobbit: La desolación de Smaug han sido parte de su salvación.

Con exposiciones, videos conmemorativos y la plasmación de las huellas de su león en el Paseo de la Fama de Hollywood , en el 2014 la MGM hecha una nostálgica mirada a un grato pasado. Ese estudio se enorgullece de haber dominado el negocio del cine durante tres décadas, de los años 20 a los 50.

Su extensa filmografía, una de las más grandes de Hollywood con alrededor de 4.000 largometrajes, es precisamente el valor de esta compañía y una de las causas principales por las que ha seguido a flote durante los últimos años. Todo eso, a pesar de que no posee los derechos de explotación de muchas de sus más simbólicas obras.

A menos. La decadencia de MGM comenzó a finales de 1960, como consecuencia de cambios en el sector cinematográfico. La extinción del llamado star-system (sistema de exclusividad de actores) fueron restando a los gigantes de la meca del cine el control absoluto sobre el mercado audiovisual.

En su época de esplendor, MGM funcionaba como una fábrica cuya maquinaria generaba 50 películas al año y daba trabajo permanentemente a 5.000 personas. Entre esa planilla había múltiples estrellas con contratos exclusivos.

Joan Crawford, Clark Gable, Greta Garbo, Judy Garland, Mickey Rooney, Katharine Hepburn, Spencer Tracy y James Stewart eran algunos de los que en los años 30 estaban en la nómina de MGM.

Pero la MGM no supo digerir bien los nuevos tiempos y la mala gestión llevó a arriesgadas decisiones que fueron devorando la posición de privilegio de ese león en la jungla hollywoodense.

A finales de los años 50, MGM apostó por superproducciones de mucho éxito como Ben-Hur, 2001: A Space Odyssey (1968) y Doctor Zhivago (1965), pero otras que se estrellaron de forma consecutiva como Cimarron (1960), King of Kings (1961) y Mutiny on the Bounty (1962), lo que fue minando la liquidez del estudio.

“La caída del star- system afectó a la MGM, pero también la competencia y el abuso de las superproducciones”, opinó William Venegas, crítico de La Nación.

Las disputas por el control de MGM con sucesivos cambios de dirección, dejaron a la compañía sin rumbo definido y la empresa terminó dando pérdidas en 1969.

Para Venegas, la MGM nunca estuvo fuera “de las reglas del mercado y de la competencia feroz de Hollywood. Estas empresas engullen y, en otro, son engullidas”.

También, en 1969, el empresario Kirk Kerkorian compró el estudio e inició una política de recortes que llevó al desmantelamiento de la MGM, tomando la marca para uso de sus hoteles y casinos.

“En ese tiempo, las decisiones hicieron que no pudieran hacer honor a su lema. No pudieron adaptar toda esa riqueza a los nuevos tiempos”, agregó Carcheri.

A principios de los 80, aconteció la fusión con la histórica United Artists (UA), compañía fundada por figuras como Charles Chaplin y productora de filmes como el Dr. No y El mañana nunca muere.

En ese tiempo, Kerkorian vendió la naciente MGM-UA a Ted Turner y como resultado Warner tomó control de todos los títulos de MGM, estrenados antes de 1986. Pero Kerkorianno se dio por vencido y volvió a comprar lo que quedaba de la empresa; se lanzó a invertir en derechos sobre una nueva filmografía y así incrementó su valor.

La saga Rocky , Poltergeist , Robocop y Thelma & Louise son algunos de los frutos de aquellas décadas.

Finalmente, Kerkorian hizo un gran negocio cuando, por última vez, puso a la venta el estudio. Era un momento de optimismo económico, lo que permitió que su precio alcanzara los $4.700 millones.

Pero los nuevos dueños, un grupo formado por Sony, Comcast y varias empresas de inversión, se vieron ahogados a partir del 2008, cuando se desató la crisis financiera.

El cambio de manos dejó a MGM con una deuda de $4.000 millones y la falta de crédito bancario impedía pagar a los acreedores.

Resurgir. MGM se declaró en quiebra en el 2010. A lo interno se produjo una reestructuración que puso a la productora Spyglass Entertainment a gestionar su futuro. Ahora todo parece marchar mejor.

“Ahora los inversionistas están inyectando capital para que MGM vuelva a hacer sus propias películas, pero antes de eso está resurgiendo con coproducciones con Columbia Pictures, Warner Bros y demás”, explicó Carcheri.

Así las cosas, la trilogía que erigió con su pluma J.R.R. Tolkien y que concluirá en diciembre con The Hobbit: historia de una ida y vuelta , es hasta ahora, de la mano de Warner Bros, su mejor bastión.

Además, este año estrenó el remake de Robocop , junto a Columbia Pictures, y muy pronto lanzará Hércules, con Dwayne La roca Johnson como protagonista.

Para seguir respirando, en el 2015 MGM prepara una nueva película de James Bond, a cargo de Sam Mendes, y otro remake para n ostálgicos : el de Poltergeist .