“Sentí cariño, mucho cariño”, dijo con sonrisa de niño Martín Valverde el día después de su concierto del jueves, el primero de sus eventos de celebración de aniversario en el Auditorio Nacional. Fue así como festejó 30 años de carrera musical.
“Acá estamos como acabando un libro y firmándolo. Como diciendo ‘acá está, esto fue lo que se hizo, gracias Costa Rica’ ”, afirmó el cantaautor católico luego de un participar en un videochat organizado ayer por La Nación .
“El primer concierto siempre tiene una sensación de sorpresa, y la sensación de corazón es que estamos muy contentos. Muy muy contentos”, agregó el cantante al recordar los mejores momentos de su primer espectáculo.
Para su último concierto en el país, que se realizará hoy a las 6 p.m., prometió nuevos plus , tales como la incorporación de María Pretiz en el show . Valverde bromeó con que todo sonará mucho mejor, pues, como quedó en evidencia, el jueves presentó en vivo a varios músicos que recién conocía.
“Ayer (el jueves), probamos varias canciones. Ahora estamos más pausados y más tranquilos. Todo saldrá con más cariño y calma. Pretiz tendrá su parte largototota en el concierto”, agregó el músico.
En escena. Comenzó con la Patriótica Costarricense y terminó con el tema En el nombre del Padre. El jueves por la noche, Valverde abrazó a la patria que lo vio nacer, le declaró amor a viva a voz, y luego, acorde a acorde, se dedicó a serenatear a quien es su eterno enamorado: Dios.
Pero no lo hizo solo, no, luego de que los teloneros Jean Marco del Castillo y José Cañas lo acompañarán con Aún queda Dios y Con y por amor , a escena entraron personajes como Bernardo Quesada, Álvaro Aguilar y los cinco grandes de Master Key, entre otros.
Sin embargo, antes de “enfiestarse” con sus amigos, Valverde recordó pasajes de su infancia, tal como una Navidad en el Mercado Central. De esa anécdota se valió para interpretar El comercial, con una curiosa introducción hecha a ritmo de serpentinas.
A pura cumbia, pegajoso ritmo y hasta baile incluido, el repertorio se nutrió con Pepe el borracho, sobre el testimonio de un alcohólico reformado.
Cómplices. Luego de múltiples halagos, Valverde llamó a Bernardo Quesada al escenario, quien con el tema Ave Fénix se alió con Master Key en el escenario.
Con Salmo para Dios, regresó Valverde para acoplarse con Master Key y comenzar un episodio de alabanza, prédica y oración.
El repertorio prosiguió con Si tú cansado estás y Fue diferente , canción que interpretó a dúo con el sacerdote católico Édgar Solano, el compositor del tema.
“Le dije que le cedía grabar la canción si algún día me dejaba cantar a dúo con él”, contó Solano, a punto de consumarse el trueque.
Por unos momentos, el tico habilitó un espacio para que su guitarrista, Carlos Quintana, interpretara su tema Cuando llegues , que había dedicado a su hijo por nacer.
En esos momentos antecedió a A qué esperar y Qué rápido , uno de los temas favoritos de Valverde, tan fuerte y emocional, que lo conmovió hasta las lágrimas.
Además, recordó a los seres queridos que ya se fueron con No se han ido del todo y, no olvidó a su “socia y cómplice” María – como él la llama–, con Diario de María , interpretado por la cantante tica Lucía Regidor, que saltó a las tablas en avanzado estado de embarazo.
No podía faltar su canción emblema Nadie te ama como yo y Nada me separará , en la que subrayó: “Treinta años después y quedamos claros: nada, nada, nada, podrá separarnos del amor de Dios”.
Con la bendición del padre Solano y con el tema En el nombre del Padre iba a cerrar la velada, pero luego de casi tres horas de recital, los gritos de “Martín, Martín”, lo hicieron volver para cantar Ten calma .
“Le dije a mi productor: ‘Sal a ver, deben ser cuatro gatos los que gritan’. Y me dijo: ‘No, todos están allí. No tuve otra”, confesó .
“Simplemente, gracias”, finalizó el cumpleañero trovador.